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Los edificios verdes captan la atención de los inversores europeos

Energy saving conceptelmundo.es, Juanjo Bueno, 08 de abril – La sostenibilidad en el sector inmobiliario vende. O al menos despierta el apetito de los operadores europeos. Un estudio de DLA Piper, despacho de abogados con presencia en más de 30 países, a partir de una encuesta realizada a más de 100 inversores inmobiliarios de Europa, corrobora que la sostenibilidad es ya un elemento importante a la hora de promover e invertir.

La encuesta, en la que han participado varios operadores inmobiliarios españoles, como Banco Santander, GMP, GE Real Estate y CBRE Global Investors, tiene como finalidad analizar cómo los inversores toman conciencia en temas de sostenibilidad. «Buena prueba de ello es que cada vez es más frecuente en España la inclusión de cláusulas relativas a la sostenibilidad (las llamadas ‘green clauses’) en los contratos de arrendamiento», asegura Jorge García, abogado experto en sostenibilidad de DLA Piper en España.

Si bien es cierto que las empresas están decididas a invertir en inmuebles medioambientalmente sostenibles, «en un principio deben desembolsar una cantidad económica elevada, que recuperarán con la revalorización del edificio y los ahorros energéticos obtenidos», dice García. En este sentido, la encuesta arroja que el 71 % de inversores aceptaría mayores costes con la finalidad de proporcionar inmuebles energéticamente eficientes ante las necesidades y exigencias de sus clientes, compradores o arrendatarios.

No obstante, llama la atención de este estudio el hecho de que los inversores apuesten por los edificios verdes más por una cuestión de demanda del mercado, que por razones estrictamente medioambientales. Y es que, para que la sostenibilidad sea a su vez sostenible, hace falta que sea rentable.

«Lo que va a implantar la sostenibilidad es el ahorro de costes a medio y largo plazo y la concienciación social que justificará el mayor coste que en un primer momento pueda suponer», razona García. «Es por ello», aclara, «que la implementación de medidas energéticas deben ser acordadas especialmente entre la propiedad y los futuros arrendatarios, ya que además de suponer una fuerte inversión en el inmueble objeto de arrendamiento, las cláusulas verdes que se introduzcan en el contrato no deben afectar al normal desarrollo de la actividad de los inquilinos».

Además de la mejora de su imagen corporativa, tener entre sus activos edificios sostenibles reporta otros beneficios claros para el inversor, como son el ahorro de costes de operación y mantenimiento, y una mayor revalorización frente a otros inmuebles similares no sostenibles. Edificios de oficinas, centros comerciales, pero también edificios de viviendas son los activos inmobiliarios más deseados por los inversores.

Toda vez que la implementación de estrategias sostenibles mejora la imagen pública del inversor, las calificaciones que en esta materia reciben los inmuebles juegan un papel muy importante a la hora de invertir. Así, según este estudio, los encuestados prefieren la certificación BREEAM en un 83 % frente al 75 % que se decantan por la certificación LEED.

La certificación BREEAM es la más demandada como consecuencia de que se trata de una agencia de certificación británica, por lo que parece obvio que las empresas de uno de los principales países inversores, Reino Unido, opten mayoritariamente por esta certificación frente a la norteamericana LEED. «Y esto también tiene su impacto en España, donde existe una gran presencia de inversores británicos que también optarán por la certificación BREEAM frente a LEED, aunque ambas certificaciones sean igual de completas», manifiesta el experto de DLA Piper en España.

Los inversores proceden sobre todo del centro y del norte de Europa, así como de EEUU, que son países en los que el concepto de edificio verde lleva muchos años implantado. La encuesta destaca que Alemania, con un 32 %, es el país más interesado en invertir en edificios verdes, seguido de Reino Unido (20 %). España, con un 1 %, comparte con Noruega, Hungría, Rusia y Japón la última posición de la pole medioambiental.

En España, el concepto de edificio verde o sostenible es muy reciente. Para García, «durante el boom inmobiliario ni las promotoras, ni las empresas constructoras, así como tampoco los adquirentes tuvieron en cuenta la posibilidad de hacer los edificios medioambientalmente sostenibles».

No ha sido hasta hace relativamente poco años, y debido a cambios legislativos, cuando las empresas han empezado a concienciarse sobre la importancia y los beneficios de invertir en edificios sostenibles. Con la recuperación del mercado inmobiliario, primero de inversión y progresivamente también de promoción, el factor de la sostenibilidad irá cobrando importancia. «Y aunque todavía no existe un criterio legislativo unificado, sí que se están dando pasos importantes al respecto», concluye García.

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