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Un edificio de vivienda protegida que no consume energía

eecnelmundo.es, Juanjo Bueno, 06 de mayo – Con la crisis golpeando con fuerza, pocas eran las opciones que tenía Construcciones Domeño, una pyme familiar de Pamplona, para seguir posicionándose como referente empresarial tras 50 años de actividad. Su gerente, Javier Domeño, las reduce básicamente en dos: «Esperar a que la situación cambiase y confiar en la venta del stock de vivienda nueva, o apostar por otros proyectos más arriesgados, pero que los clientes pudieran entender y valorar como un producto diferenciado al del resto de las ofertas que ofrecía el mercado». Optó por embarcarss en este tipo de proyecto, y apostar por la construcción de edificios de energía casi nula (EECN), como es el Edificio Zero 2020, «el primer EECN a precio de vivienda protegida».

Este proyecto, formado por 71 viviendas protegidas ubicado en Pamplona (Navarra), se presenta en el II Congreso de Edificios de Energía Casi Nula (EECN) que, organizado por el Grupo Tecma Red y el Ministerio de Fomento, se celebra hasta el día 7 de mayo en el marco de la Semana Internacional de la Construcción y la Rehabilitación Eficiente (SICRE), en Ifema (Madrid). El Congreso abordará los aspectos claves necesarios para conseguir edificios que apenas consuman energía en un horizonte de menos de siete años, como fija la Directiva 2010/31/UE.

El Edificio Zero 2020 comenzó a materializarse en 2012, gracias a la intervención del estudio ATEC Aparejadores, que ha permitido poner en contacto a Construcciones Domeño con el Centro Nacional de Energías Renovables (Cener). «De este modo se unieron los conocimientos de obra que tenemos en el despacho para optimizar precio, plazo y calidad, con los conocimientos en eficiencia de un centro tecnológico de primer nivel», explica Emilio Linzoain, socio director de ATEC Aparejadores. Un proyecto, cuyas obras se iniciaron en marzo de este año, que no sólo cumple con los objetivos europeos de reducción del consumo energético en edificios, alcanzando una demanda teórica en calefacción de 15,8 kWh/m2, sino que también mantiene el precio de módulo que tiene de la vivienda protegida.

Debido a la zona climática donde se ubica el edificio, el proyecto incide en la reducción de la demanda de energía optimizando sobre todo la demanda de calefacción. «Nos hemos puesto como reto superar los requisitos de la calificación energética A, consiguiendo un 73 % de ahorro con respecto a la normativa vigente y un 57 % si tomamos como referencia la media de los mejores edificios», destaca Linzoain. Un equilibrio conseguido mediante la suma de todos los elementos incorporados al edificio (calefacción por suelo radiante bi-zona, caldera de condensación centralizada de alta eficiencia, recuperador de calor, sistema de aislamiento envolvente reforzado, reducción de infiltraciones y placas solares térmicas).

Aunque, según ATEC Aparejadores, se pueden conseguir buenas calificaciones energéticas aportadas con energías renovables, como son la biomasa o la cogeneración, «éstas se basan en consumo de combustible, de ahí que no se incorporen en el Edificio Zero 2020». Linzoain lo justifica: «Creemos en el no consumo, o lo que es lo mismo, en las no emisiones de CO2 a la atmósfera, como camino a seguir para ser más sostenibles y no depender de un futuro incierto de combustibles que se consideran renovables». Únicamente parte del aporte de la poca energía que necesita el edificio se realiza con placas solares térmicas.

Superado el reto técnico, motivado principalmente por la indefinición de Edificio de Consumo de Energía Casi Nulo y la necesidad de contar con técnicos especialistas en asesoría energética, Construcciones Domeño valoró la viabilidad de esta promoción teniendo para ello en cuenta los parámetros de venta de vivienda de protección oficial. «Al tratarse de VPO, la obsesión del promotor ha sido evitar que se disparase el coste de ejecución con respecto de un edificio convencional que cumpliera estrictamente el Código Técnico de Edificación», cuenta el socio director de ATEC Aparejadores.

Pero, ¿cómo construir un edificio de alta eficiencia energética a precio de VPO? Para los expertos, es necesario optimizar la relación entre la inversión realizada y la reducción de la demanda de calefacción. Tarea nada fácil que ha llevado a la promotora a realizar simulaciones en programas informáticos para saber si costaba más aumentar tres centímetros el espesor del aislamiento térmico en fachada o mejorar los huecos de la misma incluyendo gas argón en el acristalamiento.

Definido el proyecto en cuanto a costes e ingresos, lo cierto es que los costos por vivienda han aumentado en un 5 % respecto a promociones protegidas ya ejecutadas. Un sobrecoste que el promotor ha acabado asumiendo. «De este modo no hemos tenido que bajar el precio del módulo de VPO, y ofrecemos a nuestros clientes no equipar sus cocinas en obra (muebles, electrodomésticos, etc.) a cambio de vivir en un edificio altamente eficiente al mismo precio», concreta Domeño. A día de hoy, el 70 % de la promoción está vendida. La vivienda de tres habitaciones, dos baños, salón, cocina, garaje y trastero tiene un precio medio de 165.000 euros + IVA.

Con todo, tan difícil es construir un edificio de consumo de energía casi nulo como promocionar sus ventajas. En este sentido, para Linzoain, «la calificación energética debería ir referenciada al consumo energético más que al aporte de CO2 a la atmósfera, y como ocurre en los electrodomésticos los EECN deberían poder distinguirse de los de calificación clase A con una clase A+». Y añade: «Así como existen ayudas para los compradores de coches más eficientes y para la rehabilitación de viviendas ya existentes tendentes a mejorar la eficiencia energética, debería haber también algún incentivo para las personas que se deciden a comprar este tipo de viviendas frente a las convencionales».

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