El peso de la vivienda principal en la composición de la riqueza de los hogares españoles pasó del 57,3% en 2014 al 54,2% del total de los activos en 2017, y representa el 43,3% del valor de los activos totales. Además, un 75,9% de los hogares era aún propietario de su vivienda principal, frente al 80,4% de 2014.
Así se desprende de la última Encuesta Financiera de las familias (EFF) 2017, elaborada por el Banco de España, que refleja que la caída de propiedad de vivienda fue particularmente intensa en los hogares jóvenes, al ceder un 8,3%, y en las rentas más bajas (-6,7%). Para los propietarios de su vivienda, el valor mediano de la misma es de 120.200 euros.
El informe muestra que en 2017 el 97,6% de las familias poseía algún activo real o financiero, un 0,8% menos que en 2014, con un valor mediano de dichos activos de 155.400 euros, un 4,4% menos.
Los activos reales, referidos a la vivienda principal, otras propiedades inmobiliarias, negocios por cuenta propia, joyas u obras de arte representaban el 80% del valor de los activos totales, siendo la vivienda el activo más importante (54,2%), aunque perdió peso en favor de otras propiedades inmobiliarias (35,3%) y los negocios relacionados con actividades por cuenta propia (9,3%).
Asimismo, un 75,9% de los hogares era propietario de su vivienda y el 45% de los hogares eran dueños de activos inmobiliarios en 2017 que no eran su vivienda principal, un 5% más. El aumento fue generalizado salvo para los hogares jóvenes y con una menor riqueza. En detalle, el 31,9% poseía una vivienda que no es su vivienda principal y el 13,8 tenía solares y fincas.
A su vez, el peso relativo de los activos financieros sobre los activos totales fue del 20%, de los que las cuentas bancarias constituyen casi el 34% del valor de activos financieros, seguidos por planes de pensiones (16,2%), acciones no cotizadas y participaciones (13,8%), acciones cotizadas (13%), fondos de inversión (94,5%) y valores de renta fija (0,3%).
Mejorar el funcionamiento del alquiler
El menor porcentaje de hogares jóvenes con vivienda en propiedad podría deberse a la merma de la renta y la riqueza de esta franja poblacional en los últimos años. En concreto, los hogares cuyo cabeza de familia era menor de 35 años tenían a finales de 2017 una riqueza neta mediana de 47.300euros, muy por debajo de los 83.500 euros de quienes estaban en este grupo en 2014 o los 106.700 euros de 2011.
Además, la renta media de estos hogares se sitúa en 27.300 euros, superior a los 26.200 euros de 2014, peor un 23% menor que los 35.600 euros del año 2011. De hecho, su nivel medio todavía se mantiene en el 76,7% del nivel medio que tenía en 2010.
Fuentes del Banco de España subrayan que a pesar de la recuperación de la renta de los hogares más jóvenes en el último trienio, los indicadores son claramente inferiores a los niveles del período precrisis, y constatan un intercambio de rentas de hogares jóvenes arrendatarios a favor de rentas de uso de propiedad, si bien matizan que es una evolución «normal» ante el desarrollo del mercado del alquiler.
Por ello, han incidido en la necesidad de mejorar el funcionamiento del alquiler, ante la mayor demanda entre los jóvenes, y el mercado de trabajo, y ven «absolutamente necesario» poner mayor énfasis en aspectos relativos a la equidad intergeneracional.
El 63,7% de la deuda, por la compra de vivienda
En cuanto a la deuda, la del conjunto de los hogares representaba en 2017 un 11,7% del valor total de sus activos, y el 53,2% de los hogares tenía algún tipo de deuda, un 4,1% más, si bien el importe mediano de la deuda pendiente bajó a 35.000 euros, un 24,3% menos.
El 63,7% de la deuda estaba motivada por la compra de la vivienda principal, con una deuda mediana de 65.000 euros, seguido de compra de otras propiedades inmobiliarias (21,7%) y otras deudas pendientes (14,6%), como compra de vehículos y otros bienes duraderos, reformas en el hogar, cancelación de deudas y financiación de la actividad empresarial.
Entre 2014 y 2017, aumentó el porcentaje de hogares que tenían alguna deuda, desde el 49% al 53,2%, si bien la proporción es menor en el tramo inferior de la distribución de la renta (30,2%), jubilados (27,9%) y mayores de 64 años, y es mayor entre 35 y 44 años (76,2%) y aumenta de forma generalizada para todos los grupos.
No obstante, el volumen mediano de la deuda pendiente se redujo un 24,2% en el periodo, con descensos apreciables en hogares jóvenes y los hogares en la parte inferior de la distribución de la riqueza, pasando de 84.200 euros en 2014 a 15.000 euros en 2017.