Puede que en los últimos tiempos hayas oído hablar mucho sobre este término, pero no tengas muy claro a qué se refiere exactamente. ¿Te suena Passivhaus? Se trata de un término que proviene del alemán ‘casa pasiva’ y del inglés ‘passive house standard’. ¿Y a qué se refiere exactamente? Pues bien, este es un estándar para la construcción de viviendas que nació en Suecia.
Las casas construidas teniendo en cuenta el estándar Passivhaus pueden llegar a reducir de una manera más que considerable el consumo energético. Hasta un 75 %. Por si esto fuera poco, el resto de necesidades energéticas de la vivienda pueden llegar a cubrirse a través de energías renovables.
Pero, veamos más detenidamente como surge este estándar, para qué sirve y cuáles son sus grandes ventajas.
¿Qué significa Passivhaus?
¿Quiénes fueron los artífices del estándar Passivhaus? Los protagonistas de esta historia son Bo Adamson (Lund University de Suecia) y Wolfgang Feist (Institut für Wohnen und Umwelt), que en mayo de 1988 colocaron los cimientos de una filosofía que se ocupa y se preocupa por el medio ambiente, el bienestar y la eficiencia.
Pero, ¿qué es exactamente Passivhaus? Bueno, una casa pasiva es sencillamente una vivienda que cuenta con un perfecto aislamiento. Tanto es así que no necesita un sistema de calefacción tal como hoy lo entendemos. Además, incluye sistemas de intercambio de calor que evitan pérdidas.
¿Qué características debemos buscar en una casa Passivhaus?
No todas las casas que se presentan como eficientes lo son en su totalidad. De hecho, para que una empresa cumpla con los estándares Passivahaus deben cumplirse una serie de condiciones imprescindibles. La primera, y más importante, que tenga un aislamiento técnico prácticamente perfecto. Esto es, un sistema que asegure el aislamiento a través del montaje (hermético), con los espesores idóneos, carpinterías y vidrios.
Hay una segunda cuestión que tiene que ver con puertas y ventanas. Los escapes energéticos de producen, en mayor medida, a través de estas. Las carpinterías que se emplean en construcciones Passivhaus deben tener una transmitancia térmica muy baja (doble o triple cristal) y están rellenas de gas inerte que confiere un mayor poder de aislamiento. Las características de todos estos materiales dependen, en cualquier caso, del clima en el que se instale la vivienda.
Buena calidad de aire y desaparición de puentes térmicos
En las casas Passivhaus también se busca la mayor calidad posible de aire interior. Y esto puede garantizarse mediante la ventilación mecánica con recuperación de calor. Una de las claves está en reducir hasta la mínima expresión las corrientes o infiltraciones de aire no deseadas. En cualquier caso, lo que se garantiza es una ventilación del 30 % (como mínimo y según la estación del año), con el objetivo de asegurar la calidad del aire. Que es otro estándar para la salud que debe primar en el estándar Passivhaus. Se trabaja, pues, la eliminación de CO2 y otros Componentes Orgánicos Volátiles (COV), propios de la actividad en el interior de la vivienda.
Hace muy poco te hablábamos sobre le hecho de que los puentes térmicos constituyen una de las principales vías de escape de energía en los hogares (30 %). Las casas Passivhaus no tienen estos puntos que terminan por deteriorar la vivienda y la hacen ineficiente. A través de estas construcciones, los puentes térmicos desaparecen y acaban, con ellos, las pérdidas energéticas.