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Cómo ayudar a tu perro a refrescarse en verano

Hace miles de años que los perros conviven con nosotros. Se dice que son el mejor amigo del hombre, aunque en algunos casos está claro: nosotros somos sus peores enemigos. Según la Fundación Affinity, todos los años se abandonan en España unos 138.000 perros. Y el confinamiento, contrariamente a lo que pueda parecer, tampoco ha ayudado: en el último año de pandemia se han abandonado un 25 % más canes que en las mismas fechas del año anterior. Lamentablemente, en verano la tasa de abandono aumenta todavía más, de modo que es importante que mantengamos los ojos abiertos ante esta problemática.

Por suerte, son muchas más las personas que los cuidan que aquellas que les hacen daño. Hoy celebramos el Día Mundial del Perro y lo hacemos disfrutando de nuestros peludos, de los que nos sentimos orgullosos hasta los huesos. El verano es un buen momento para estrechar nuestro vínculo, pero también para incrementar sus cuidados. No hay que perder de vista que las altas temperaturas pueden ser especialmente duras para ellos. ¿Hay cosas que podamos hacer para refrescarlos en verano? ¡Por supuesto!

Hoy te traemos algunos consejos para ayudar a tu perro a estar más fresquito en verano.

1. La hidratación, fundamental

Como nosotros, los perros deben hidratarse más en verano. Por eso es bueno que tengan su bebedero lleno de agua, disponible durante todo el día. Asegúrate de que este no se encuentra a pleno sol y coloca más bebederos por la casa. Lo mismo si te vas de paseo o excursión: seguro que necesita beber más a menudo, así que puedes llevarte un bebedero portátil para proporcionarle hidratación siempre que lo necesite. Otra cosa que podemos hacer y con la que les proporcionaremos un extra refrescante son los helados. Podemos hacerlos con agua y su propio pienso, pero también podemos usar algunas frutas, como por ejemplo plátano, pera o manzana. No obstante, ten cuidado con ellas, porque contienen azúcar. Es bueno limitar las cantidades, especialmente si nuestro perro debe mantener una dieta estricta.

2. Un lugar fresco para descansar

Nuestros perros no necesitan una cama mullida y calentita para pasar el verano. Te habrás fijado en que muchos abandonan su cama de invierno para ponerse directamente en el suelo y notar su frescor. Es normal. Otra cosa que podemos hacer es elegir una cama hecha con material transpirable. En el mercado existen algunas esterillas refrigerantes para salvar el inconveniente de las altas temperaturas durante sus siestas. Asegúrate, en cualquier caso, de que si a tu perro le gusta estar sobre algún tipo de cojín, en verano siempre tenga un lugar disponible para descansar.

3. Cortes de pelo y cepillados

Dependiendo de las características del perro, sobre todo si tiene el pelo largo, puede venirle muy bien un corte de pelo. Hay que dejarle algunos centímetros, porque en realidad el pelo protege del calor y del frío. Si no tienes previsto hacerle ningún corte de pelo, tienes que cepillarlo. Esto le vendrá muy bien para ayudarle con la muda y para eliminar esa capa adicional que durante el invierno le ha venido tan bien para mantenerse abrigado.

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4. Huye de las horas de calor

Si en invierno solías salir a pasear con tu perro a las doce de la mañana, olvídate ahora. Lo ideal para los perros (especialmente para los que acusan más el calor) es salir a pasear a primera hora de la mañana o incluso por la noche, cuando las temperaturas son menos asfixiantes. Si es un día fresco, puedes salir a cualquier hora. Evita practicar deporte con él cuando el sol aprieta. El mejor sitio de un perro en verano durante el verano es el mismo que el tuyo: un buen lugar a la sombra y en un lugar cerrado, bajo el ventilador o el aire acondicionado.

5. Pequeños cambios en las rutinas

Te hemos dicho que hay que salir a pasear en las horas menos calurosas del día y esto puede implicar un cambio en su rutina. Es necesario y bueno para él. Otra cosa que puede cambiar es la hora de la comida. Por lo general, los perros no tienen tanto apetito en verano, de modo que es normal que no quieran comer tanto como lo hacían en invierno. Es importante que no coman durante las horas de calor y lo hagan, en su lugar, en otros momentos del día en los que quizá puedan estar más receptivos a la comida.

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