Los españoles visitamos una media de 10 viviendas antes de elegir la definitiva, afirma Jesús Duque, vicepresidente de la red Alfa Inmobiliaria. Esta cifra supone tan solo un 25% de las visitas que hacíamos hace tan solo 10 años, añade.
Se trata de una noticia sumamente positiva para las agencias inmobiliarias que, como Alfa Inmobiliaria cuentan con más de 130 oficinas repartidas por todo el país y más de 400 agentes inmobiliarios acompañando a sus clientes a visitar inmuebles. La reducción de visitas supone un importante ahorro en tiempo y dinero para estas empresas.
No obstante, “esta cifra tiene dos lecturas”, afirma Duque. De un lado, las nuevas tecnologías, las grandes plataformas inmobiliarias capaces de mostrar toda la oferta existente en un determinado momento, el nivel cada vez superior de las imágenes que encontramos en internet, y la consolidación de los tours virtuales como herramienta de venta, han permitido que el cliente tenga una idea muy aproximada a la realidad de la vivienda antes de hacer su visita.
Del otro lado, “nos encontramos con compradores que están decididos a comprar en una determinada zona”, completa el directivo de Alfa Inmobiliaria, “porque es aquella en la que ha vivido siempre, donde tiene su entorno familiar o personal, donde trabaja o donde está el colegio de sus hijos, pero que aprovecha las facilidades del mercado para ver qué podría comprar en otros barrios en los que hasta el momento no se lo había ni planteado”.
Las grandes cadenas ante esta situación
Ya sea por esta o por otras razones, uno de los principales objetivos de las grandes cadenas es “hacer una trabajo muy cualificado antes de acompañar a un cliente a una visita”, afirma Duque.
Para este experto, hay múltiples razones de peso para invertir en analizar correctamente qué viviendas visitar y cuándo con cada cliente. Un adecuado conocimiento tanto del comprador como del vendedor evitará la entrada de curiosos en la vivienda, la visita por parte de personas que no cuentan con la capacidad financiera de abordar la operación, de compradores incompatibles con la vivienda por alguna razón del tipo de que no tenga ascensor, que sea una planta baja, que sea necesario mantener las rejas en las ventanas, etc. o de compradores sin la menor prisa a la hora de comprar una vivienda y que en la mayor parte de los casos harán perder tiempo a todas las partes.
De ahí también el interés de las agencias inmobiliarias por poner en marcha planes de marketing para una determinada vivienda y por apostar por las imágenes de calidad a la hora de poner una vivienda en su cartera.