Cinco Días, Raquel Díaz Guijarro, 27 de enero – ¿Será España la California europea? Ya en pleno boom inmobiliario se utilizó esta tesis para tratar de explicar por qué se iniciaban cada año más de 600.000 casas, un nivel superior al de Francia, Alemania y Reino Unido juntos. Los promotores insistían que si se aprovechaban bien los atractivos de España (clima, gastronomía, infraestructuras y servicios públicos, entre otros), ésta podría convertirse en el principal foco de atracción de buena parte de los jubilados del norte y centro de Europa.
Ahora, superada la amenaza del rescate, que ha mejorado la percepción del país en el exterior y, sobre todo, tras la rebaja de precios que acumulan los inmuebles (entre un 40 % y un 50 % de promedio desde máximos), las cifras demuestran que España vuelve a estar entre los destinos preferidos por los extranjeros para comprar su segunda residencia.
11.000 visados al día
Así, durante el primer semestre del año pasado se vendieron 24.552 casas a extranjeros, según las cifras facilitadas por el Consejo General del Notariado. Este volumen significa un aumento del 13,6 % respecto a idéntico periodo del año anterior, pero tiene matices. De esas transacciones, más de la mitad, el 53,8 %, correspondió a las operaciones hechas por no residentes (que sumaron un total de 13.233 adquisiciones, un 31,5% más anual), que ya compran más pisos que los extranjeros que viven en España, algo que solo había ocurrido en 2008, cuando estalló la crisis; y volvió a pasar tímidamente en 2012, momento en el que empezó a recuperarse la inversión en vivienda por parte de los foráneos.
En la clasificación por nacionalidades de los no residentes, todos los países de los que se tienen datos significativos muestran crecimiento anuales, excepto los italianos que apenas protagonizaron 292 transacciones hasta junio pasado, el 7,8 % menos que en idéntico periodo de 2012.
En términos absolutos, los británicos continúan siendo los que más casas compran en España, con un total de 2.076 de enero a junio del año pasado, un 15 % más que 12 meses antes. Les siguen los franceses, con 1.641 inmuebles y un alza del 43 % y ya a muy corta distancia se sitúan los rusos, que registraron en esos primeros seis meses 1.338 transacciones, un 13% más que durante el mismo semestre de 2012. Y es que desde hace dos años, los rusos se han consolidado como el mercado más pujante entre los extranjeros que compran vivienda en España y todo apunta a que esta tendencia no hará otra cosa que crecer. Valga como muestra el dato ofrecido la semana pasada por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, quien desveló que el consulado español en Rusia está tramitando 11.000 visados al día. Muchos de esos visitantes, sin duda, acabarán comprando casa. Por detrás de los rusos, destaca también el desembarco de belgas, suecos y noruegos.
Campañas de promoción y otros avatares
A pesar de la fuerte crisis económica y de la mala imagen que llegó a proyectar España por los casos de viviendas construidas de manera presuntamente ilegal, lo cierto es que ahora la situación parece mejorar. En países como Bélgica es común ver en la prensa centenares de anuncios que animan a comprar piso en España.
Esto es lo que explica que uno de los países con un nivel de ahorro familiar más elevado de Europa se esté convirtiendo en uno de los mayores demandantes de vivienda en España. Según las cifras facilitadas por los notarios, de enero a junio los belgas compraron en España 1.321 casas, nada menos que un 61,6 % más que en el mismo periodo del año anterior, lo que les eleva una posición en el ranking y les convierte en el cuarto mercado en importancia, por encima incluso de los alemanes que, pese a todo, también crecieron un 20,6 %. Suecos y noruegos también parecen querer huir de una climatología mucho más hostil que la española y compraron más casas que el año anterior a ritmos del 77,4 % y un 20,6 % más, respectivamente. Los expertos sostienen que además de las agresivas campañas publicitarias, para los extranjeros de fuera de la UE la simplificación en la obtención del visado y la perspectiva de obtener el permiso de residencia en España por inversiones inmobiliarias superiores a los 500.000 euros están siendo claves para animar las compraventas. Todo lo contrario ocurre, entretanto, en las compras de pisos por parte de los extranjeros residentes, más afectados por la grave crisis económica que aún azota el país. Solo crecen las de los marroquíes, belgas y británicos, entre otros. Y, sin embargo, caen sobre todo las de los chinos, colombianos, ecuatorianos y rumanos.