La mayor parte de los problemas y desperfectos que ocurren en casa se previenen con un mantenimiento apropiado. Sin embargo, muchas veces hay fallos que no podemos anticipar y nos pillan por sorpresa. La llegada del verano, por ejemplo, supone un uso intensivo de algunos elementos en el hogar, lo que se suele traducir en un aumento de las averías. Por suerte, existen empresas como Hogami que ofrecen servicios profesionales para dar respuesta a estas situaciones.

Hemos recogido algunos de los problemas típicos que se presentan en casa durante el verano y ciertas recomendaciones para evitarlos. Estar atento se convierte en la mejor prevención para evitar estos incidentes y ahorrar tiempo y dinero.

Sobrecarga de las instalaciones eléctricas

Las altas temperaturas hacen que le demos más uso a electrodomésticos como el aire acondicionado o ventiladores, y un consumo elevado puede sobrecargar los sistemas y causar fallos en el circuito eléctrico. Para evitarlo, lo mejor será hacer un uso consciente e intentar no tener muchos aparatos encendidos al mismo tiempo. En caso de que el daño ya exista, lo más apropiado es dejarlo en manos de un electricista.

Regulación de la iluminación

Aunque la luz natural es uno de esos elementos que mejoran cualquier estancia de la casa, los largos y soleados días estivales pueden resultar excesivos, por lo que es conveniente controlar el nivel de claridad de los espacios. Lo más común es colocar persianas para modular la entrada de luz en las habitaciones. Ahora bien, lo contrario también sucede y puede que busques instalar claraboyas o ventanales para sacar partido del sol e iluminar mejor algún espacio de tu casa. En cualquier caso, lo ideal es dejar la tarea en manos de un albañil.

Problemas en el aire acondicionado

Unido al punto anterior, el uso intensivo del aire acondicionado puede terminar por pasarte factura, literalmente hablando, pues a más uso más deterioro. Las averías más frecuentes son fugas en los ductos de gas, ruidos excesivos o pérdida de agua. De nuevo, el mantenimiento apropiado puede ahorrarte estas molestias, porque muchas veces los técnicos notan pequeños desperfectos que a la larga pueden convertirse en problemas reales.

Fallos de fontanería

Estos inconvenientes no solo suceden durante la temporada estival, sino que pueden presentarse todo el año. Aun así, en verano solemos ducharnos más a menudo y abrir más los grifos, lo que puede incidir de forma negativa. Los problemas más comunes están relacionados con fugas de agua, cisternas, tuberías oxidadas o llaves que gotean. Todo esto puede terminar por afectar griferías, azulejos y estructuras internas, por lo que es vital la ayuda de un profesional.

Roturas de toldos y sombrillas

El verano es sinónimo de balcones y terrazas para disfrutar al aire libre desde casa, lo que implica darle mayor uso a toldos, pérgolas y sombrillas para protegernos del sol. Pero las altas temperaturas junto con la exposición al viento y polvo pueden afectar o estropear su estructura. Además, como sucede con cualquier otro material, el uso constante aumenta el desgaste. Por ello deberás tener cuidado en el momento de manipularlos y evitar salir en las horas de calor más intenso.

El extra de siempre: pintura y bricolaje

Las pequeñas reparaciones nunca están de más, y aunque no representen un problema, es común que quieras aprovechar los meses soleados para renovar la pintura de tu hogar u ocuparte de un par de detalles de bricolaje. Se trata del momento idóneo porque puedes sacar partido del buen clima y ahorrarte disgustos por un aguacero o una nevada que arruine tu fachada o complique el trabajo.

El verano es, de lejos, la temporada favorita de la mayoría de nosotros. Pero con las vacaciones, la playa y las terrazas, también pueden aparecer algunos problemas en casa que hay que atender a tiempo. Eso sí, no te olvides que lo mejor es no tentar a la suerte y buscar ayuda de profesionales para evitar improvisar y no correr el riesgo de agrandar el problema.