cincodias.com, Raquel Díaz Guijarro, 26 de marzo – Cuando estalló la burbuja inmobiliaria y se descubrió cuán grande era el volumen de viviendas nuevas sin vender ni alquilar, fueron muchos los expertos que pronosticaron que la salida de la crisis dependería de la velocidad con la que se absorbiera ese abultado excedente que casi todas las estadísticas estimaron en torno a las 700.000 casas.
Pues bien, casi cinco años después de que se alcanzara el nivel máximo del stock inmobiliario (en 2009), las cifras demuestran que se ha logrado reducir ese exceso de ladrillo de forma bastante suave. Durante este periodo, se ha podido vender solo una de cada cinco casas de toda esa oferta, ya que según el último informe de la patronal de empresas fabricantes de productos de construcción Cepco, España ha pasado de contar con 688.044 viviendas nuevas en venta en el año 2009 a un total de 557.450 a finales del ejercicio pasado, un 18,9 % menos.
¿Es por esta razón por la que se ha prolongado más la recesión en España o es la crisis la que ha impedido que se vendieran más rápidamente los pisos sobrantes del boom? Salvando las distancias, casi es como preguntarse qué fue primero, la gallina o el huevo.
Y es que llegado este punto, conviene recordar que solo cuando los precios de los pisos comenzaron a bajar de forma acelerada (a partir de 2011), se empezó a detectar una leve recuperación de las ventas. Es más, muchos analistas consideran que si la banca, ahora en gran medida propietaria de esas viviendas, hubiese aplicado antes fuertes rebajas a los pisos en cartera, quizás la reestructuración del sector hubiera sido menos dolorosa y el cierre del grifo del crédito se hubiese dejado sentir mucho menos.
No obstante, y en honor a la verdad, hay también quien dice que la situación de algunas entidades financieras era tan delicada que nada hubieran podido evitar poniendo a la venta su stock inmobiliario a precio de saldo tiempo atrás. Los más puristas son de la opinión de que no se han vendido más casas más rápidamente porque, sencillamente, no se han dado las circunstancias que antes de esta crisis habían impulsado al sector inmobiliario: buenas y estables perspectivas laborales y, sobre todo, crédito abundante y barato.
Sea como fuere, el último año de recesión, 2013, coincide con ser el ejercicio en el que se ha acelerado la disminución del stock. Así, mientras en 2010 se mantuvo prácticamente estancado, en 2011 se redujo en poco más de 6.000 casas, un 0,9 %. En 2012, se contabilizaron 43.000 viviendas menos en el excedente, un recorte del 6,3 %. Y, por fin, en 2013, se observa un ritmo de ventas algo más significativo, ya que el stock logró disminuir en un total de 80.605 casas, un 12,6 % en términos relativos. En otras palabras, de las 130.594 casas del stock que se han vendido durante los años de la crisis, el 61 % fueron adquiridas el año pasado, justo el último de la recesión cuando España abandonó las tasas de crecimiento negativas de su economía y los datos del mercado laboral frenaron su colosal deterioro.
Recuperación por zonas
¿Cuánto tiempo tardará en drenarse ese más de medio millón de pisos que todavía hoy componen el stock en venta o alquiler? Nadie se atreve a aventurar los años que faltan para absorber toda la oferta, porque va a depender mucho de cómo evolucione la coyuntura macroeconómica (rentas y empleo) y, por supuesto, de si se recupera o no la financiación. Pero lo cierto es que en algunas zonas muy concretas las cifras del stock comienzan a ser ya menos preocupantes.
Es el caso de Andalucía, donde su excedente ha pasado de ser de 114.147 casas en 2009 a 71.386 a finales del año pasado, lo que representa un recorte del 37,4 %. En Canarias el ajuste roza el 40 % durante idéntico periodo y ya son solo 25.356 las casas que no encuentran comprador en el archipiélago. Cataluña es otra de las comunidades donde la oferta de vivienda nueva es hoy un 18,7 % inferior a la de hace cuatro años.
Madrid y la Comunidad Valenciana completan esta terna de las cinco regiones donde más se ha reducido el volumen de casas en venta, con un recorte del 28,9% y del 21,65%, respectivamente. Que sea precisamente en estas áreas donde más se está absorbiendo la ingente oferta inmobiliaria es muy positivo, ya que coincide con las zonas más importantes del mercado. Entre las cinco concentran el 58% de todo el excedente.
Además, en términos absolutos ya hay territorios con niveles de stock bastante razonables, como es el caso de Baleares, con apenas 12.600 viviendas; Cantabria, donde Cepco contabiliza una oferta de 1.689 pisos; Extremadura solo cuenta con 794 casas en stock; Galicia registra 28.200; Navarra, 2.200 y el País Vasco, 17.777. En el lado opuesto, se sitúan Castilla y León, Castilla La Mancha, Murcia y La Rioja, con excedentes todavía importantes.
El 39 % considera que es buen momento para comprar
La red inmobiliaria Look & Find ha elaborado una encuesta en la que concluye que el 39 % de los ciudadanos considera que el actual es un buen momento para comprar una vivienda. Sin embargo, otro 35 % cree que aún no es la ocasión idónea para llevar a cabo este tipo de adquisiciones. Por su parte, el 26 % restante está a la espera de ver cómo evoluciona el mercado en los próximos meses para tomar una decisión u otra.
La firma subrayó ayer que poco a poco sigue creciendo el número de personas que opina que es un buen momento para comprar una vivienda tras las rebajas de precios que se han ido produciendo a lo largo de los últimos años. Así, 2014 se perfila como un año de oportunidades para la compra de una casa, tanto para vivir en ella, como para adquirirla con una finalidad de inversión.
Los últimos datos publicados por el INE indican un repunte de las compraventas de vivienda y en especial de las de segunda mano, un mercado que está resurgiendo al ser el tipo de inmueble que ha experimentado el mayor ajuste de precios. Además, según las estadísticas del departamento de análisis de Look & Find, los precios de la vivienda han bajado de media en torno a un 35 % desde 2006, cuando alcanzaron su precio más alto y las bajadas que se han experimentado en el último trimestre ya no son muy significativas, algo que los clientes perciben cada vez con mayor claridad y que hace que haya llegado la hora de invertir de nuevo en el sector inmobiliario. Los resultados de la encuesta muestran que si se dispusiese del dinero para adquirir o al menos dar una entrada importante para solicitar una hipoteca no muy elevada, la compra de vivienda sería una de las principales opciones de inversión.