Electrodomésticos a pleno funcionamiento para las cenas de Navidad con la familia, calefacción puesta casi todo el día, agua muy caliente en las duchas o adornos navideños son los factores identificativos de los hogares españoles en estas fechas, que incrementan notablemente el gasto doméstico debido a las bajas temperaturas y el mayor tiempo en casa.
A nivel global, el consumo de electricidad, que había retrocedido un 0,7 % con la crisis de la COVID-19, se incrementó un 5,5 % en 2021. Esto significa que el mundo gasta un 4,8 % más de energía por encima de los niveles de 2019. En España el gasto medio en agua, electricidad y gas de los hogares supera los 9.600 euros al año y supone ya el 34% de todo el gasto anual de las familias en España.
Según un estudio de la consultora Deloitte, este 2022 cada hogar español estima gastar alrededor de unos 634 euros, un presupuesto que está más o menos en línea con el de 2021 (631 euros). No obstante, parece evidente que la inflación hará que estas compras se vean reducidas en cantidad, muy a pesar de que el gasto sea aproximadamente el mismo. El incremento del gasto energético, junto con los regalos, los sorteos de la Lotería, la alimentación y las cenas de empresas y amigos serán los verdaderos protagonistas del consumo en los hogares.
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y1. Aislamiento energético de las viviendas
En España solo un 13% de las casas y un 5% de los pisos y apartamentos tienen el equipamiento necesario para un consumo eficiente de energía. Es decir, la gran mayoría de viviendas generan un derroche energético por no estar construidas con materiales aislantes del exterior que impidan que el calor se escape. Aunque la solución más acertada sería una reforma para mejorar el aislamiento y ahorrar hasta un 30%, a corto plazo se pueden hacer pequeños trucos como colocar burletes bajo las puertas, poner alfombras en el suelo para lograr un mayor aislamiento o bajar las persianas cuando ya no hay luz natural.
2. Bombillas LED e iluminación natural
las bombillas LED consumen hasta un 80% menos que las tradicionales y tienen una vida útil entre 10-15 veces más. Se trata de un cambio sencillo y asequible que contribuirá al ahorro en estas fechas navideñas cuando la luz natural es más escasa. En este sentido, también es importante aprovechar al máximo las horas de luz natural, con persianas y cortinas abiertas y evitar dejar las luces encendidas en estancias vacías.
También es importante revisar cuánto consumen las luces navideñas en casa. El tiempo que estén encendidas y la cantidad determinarán el gasto, que no superará un euro en todas las Navidades si se trata, por ejemplo, de luces LED de 24W encendidas casi un mes durante unas 6 horas diarias aproximadamente.
3. Uso y ubicación de grandes electrodomésticos
Los electrodomésticos generan una gran parte del consumo energético en los hogares. Por ejemplo, la nevera, el congelador y la televisión pueden llegar a consumir hasta 662 kWh, 563 kWh y 263 kWh al año, según la OCU; sobre todo los más antiguos, que suelen ser más habituales en segundas residencias donde muchos españoles pasarán estas Navidades.
La buena ubicación de estos electrodomésticos es un factor clave para el ahorro. En el caso del frigorífico (el electrodoméstico que más electricidad consume con diferencia) es importante que esté ubicado en un lugar fresco y ventilado, alejado de fuentes de calor para que la diferencia de temperatura no afecte a su eficiencia. Además, cuantas menos veces se abra, mejor, ya que cada vez que se hace se pierde un 7% de energía.
A la hora de preparar las cenas y comidas navideñas, un buen truco de ahorro es apagar la vitro unos minutos antes de que la comida esté lista para aprovechar el calor residual, así como utilizar sartenes y cacerolas del mismo tamaño que la placa para aprovechar al máximo la cocción. En la medida de lo posible, es recomendable no abusar del horno por su gran consumo eléctrico, y en caso de hacerlo evitar abrirlo muchas veces para que no pierda el calor y gaste de nuevo en calentarse. También, sacar los alimentos de la nevera un rato antes de cocinarlos para estén menos fríos.
4. Los pequeños electrodomésticos también suman
Aunque no se tienen en cuenta porque su consumo es bastante menor que los grandes aparatos, lo cierto es que un mal uso de los pequeños electrodomésticos puede repercutir notablemente en la factura de la luz y suponen entre un 5-10% de la energía consumida. Esto se ve especialmente en el consumo fantasma que se genera tras dejar aparatos como la cafetera, freidora, tostadora, consolas, ordenadores o tv en stand-by en vez de apagarlos.
5. Consumo de agua
Otro de los elementos que más dinero y energía consume en una vivienda es el agua, ya que se usa para prácticamente todo: cocinar, limpiar, asearse, mantener los radiadores calientes…De hecho, el consumo medio de agua de los hogares españoles es de 133 litros por habitante y día, según las últimas cifras ofrecidas por el INE.
Un gasto que se eleva en el caso del agua caliente, más habitual en invierno; que supone una media anual de 1.877 kWh por hogar, el equivalente a un 26% del consumo de los hogares, principalmente por su uso en la ducha y en electrodomésticos como la lavadora o el lavavajillas. Para reducir este consumo, es importante cargar por completo la lavadora y el lavavajillas, usar programas de lavado en frío en la lavadora y limpiar regularmente el filtro del lavavajillas para permitir un uso más eficiente. Igualmente, a la hora de ducharse no dejar el grifo abierto todo el tiempo y optar por la ducha en lugar del baño. Así como instalar reductores de caudal y grifos de monomandos con termostato, que ayudan a ahorrar entre 30 y 200 euros en la factura del agua.
6. No abusar de los grados en la calefacción
El gesto automático ante la bajada de las temperaturas en invierno es subir casi hasta el máximo la temperatura del termostato. Una gesto que incrementa también la factura, pues de media se puede ahorrar hasta un 11% de la energía consumida en calefacción por cada grado menos. Además de poco sirve poner la calefacción a 30 grados cuando fuera hace 5º, no solo por el derroche de gasto y energía, sino porque al salir fuera el cuerpo es más vulnerable al cambio brusco de temperatura. De hecho, la cantidad de grados ideal para estar en casa es de 19-21 grados por el día y 16 por la noche, con ropa típica de invierno.
Los meses de diciembre y enero implican grandes gastos a las familias españolas, pero con la incorporación de estos pequeños gestos diarios en casa se podría ahorrar en las facturas. Y esto no solo supondrá un beneficio para los bolsillos, sino también para el medio ambiente, ya que un uso más eficiente de la energía o el agua implica también un menor impacto medioambiental.