Celebramos el Día Mundial de la Seguridad en el Trabajo, tomando conciencia de que desde hace un año nuestra manera de trabajar ha cambiado, y de qué manera. Aunque muchas empresas ya han conseguido que sus empleados regresaran a las oficinas (aunque sea parcialmente), todavía son muchos los profesionales que siguen desarrollando su trabajo desde casa.

Puede, además, que a partir de ahora sean muchas más las empresas que se decidan a ofrecer el teletrabajo como opción a sus empleados, más allá de este tiempo de pandemia. Pero si hay algo que hemos descubierto durante todo este tiempo es que la salud es fundamental y prioritaria.

Muchas personas han notado el cansancio y la presión en su estado de ánimo, debido a los estragos del confinamiento, pero también a las dificultades de gestionar una situación nunca antes vivida. Es importante, pues, que sepamos cuidar de nuestro tiempo de trabajo en casa, tanto como lo haríamos en la oficina. Hay algunas formas de mejorar nuestros hábitos mientras desempeñamos nuestra profesión en el hogar.

1. Acondicionar un espacio de trabajo en casa cómodo y saludable

No es conveniente trabajar en cualquier sitio. Si bien es cierto que hoy contamos con medios que nos lo permiten (ordenadores portátiles, tablets, móviles…), lo más idóneo es acondicionar un espacio de trabajo específico, en el que puedas aislarte y cumplir con tus obligaciones laborales.

Además, este espacio debe ser saludable, en la medida que esté bien iluminado, pueda ventilarse correctamente, esté ordenado y resulte agradable en lo estético. Optar por mobiliario cómodo, incluyendo mesa, silla, pantalla y cualquier otro sistema que nos lo ponga fácil.

2. Hacer las pausas y descansos necesarios

Durante el confinamiento muchos profesionales vieron como sus jornadas de trabajo se alargaban peligrosamente frente a las pantallas de sus ordenadores. Trabajar en casa no es fácil, de modo que hay que intentar cumplir un horario estricto. Y, además, hay que concederse tiempo: minutos para descansar la vista frente a la ventana, para salir un poco al balcón a tomar aire o para tomar un té.

Disponer de estos pequeños intervalos de tiempo, que son paréntesis en el trasiego de la jornada, es vital para sentirse bien y poder retomar el trabajo con energía y ganas.

3. Seguir cultivando la vida social y el tiempo de ocio

El teletrabajo nos hace tender al aislamiento. Si bien seguimos comunicándonos con nuestros compañeros vía mail o por videollamada, está claro que estas circunstancias no son las más ideales para socializar. Y lo necesitamos. En cuanto las medidas sanitarias lo permitan, será bueno que tratemos de reunirnos con nuestros compañeros de trabajo y no perdamos, en ningún caso, la vida social con familiares y amigos.

Además de ser alimento para el alma, constituye una herramienta poderosísima para que nuestro cerebro siga conectado y en plena forma. También hay que seguir encontrando tiempo para el ocio: salir a pasear, dedicar tiempo a la lectura, al baile o a cualquier otra actividad que antes nos resultara placentera.

4. Confeccionar un buen horario y evitar las distracciones

Como decíamos, trabajar en casa puede resultar muy cómodo, pero a veces implica tener que saltar un montón de obstáculos. El cartero, la llamada de nuestra madre, la comida que está haciéndose, una avería doméstica…

Es fundamental confeccionar un buen horario que nos permita cumplir con nuestras obligaciones laborales a tiempo y no alargue las jornadas hasta el infinito y más allá. Teniendo claro cuál es nuestro tiempo de trabajo, seremos capaces de evitar las distracciones y, en definitiva, tener más tiempo para dedicar a nuestra vida personal.

5. Encontrar espacios de trabajo alternativos

Si nos decidimos por trabajar en casa, debemos tener claro que algunos días no serán todo lo fáciles y cómodos que esperaríamos. Una buena manera de romper con el aburrimiento y la rutina puede ser salir a trabajar en otro espacio. Incluso puede ser en la misma casa: ¿qué tal si aprovechamos el buen tiempo para disfrutar de una jornada laboral a pleno sol en la terraza?

También podemos desplazarnos a nuestra cafetería favorita o habilitar como espacio de vida y trabajo nuestra segunda residencia, cerca del mar. Estos pequeños cambios de hábitos nos darán toda la energía que necesitamos para cuidar nuestra salud física, pero sobre todo, mental.