Estamos llamados a celebrar unas Navidades como las de toda la vida, pero lo cierto es que los datos relativos a la pandemia no nos dejan demasiado margen. Con una incidencia acumulada por las nubes y las variantes Delta y Ómicron haciendo estragos por todo el mundo, los sanitarios y científicos llaman nuevamente a la prudencia. ¿Cómo serán los encuentros navideños de este año? Los expertos coinciden en que la vacuna puede dar una falsa sensación de seguridad y esto puede llevarnos a todos al desastre.
¿Qué debemos hacer? ¿Cómo gestionamos los encuentros familiares de este año? ¿Será seguro abrazarnos y reencontrarnos con distintas personas de otras burbujas familiares? ¿Qué hacemos con los familiares no vacunados? Veamos cuáles son todas las claves para organizar unas comidas de Navidad seguras frente a la COVID-19. ¡Vamos allá!
Burbujas y grupos reducidos
El año pasado nos familiarizamos con el concepto burbuja y este año no va a ser menos. Lo recomendable es limitar las comidas familiares a una o dos burbujas, aunque la posibilidad de realizar encuentros más amplios puede depender de más factores, como la posibilidad de realizarse test de antígenos justo antes de reunirse o de hacer un aislamiento (cosa más complicada) en los días previos al encuentro. En cualquier caso, lo mejor será limitar el número de personas en las celebraciones (como el año pasado), especialmente si hay personas mayores, inmunodeprimidas o con factores de riesgo (aunque estén vacunadas, pues todavía hay muy pocos datos sobre la variante Ómicron que está empezando a circular en Europa). Sería interesante limitar las reuniones sociales en los días previos para minimizar las posibilidades de llevar el virus al encuentro.
Otra cuestión importante tiene que ver con las celebraciones en restaurantes. Aunque no hay restricciones, estar en una mesa con diez personas puede no ser tan peligroso, pero hay que tener en cuenta otros factores: como el hecho de estar en sitios cerrados, sin ventilación y de estar rodeados de otras personas en el restaurante. No hay que perder de vista que a veces pueden llegar a juntarse cien personas en un mismo lugar, todas sin mascarilla, durante dos o tres horas: las que pueda durar la comida y que el virus de la COVID-19 se transmite a través del aire.
Mascarillas FFP2
Las mascarillas FFP2 deberían haberse convertido en nuestras aliadas desde hace tiempo. Son las que mejor nos protegen frente a los aerosoles del virus, especialmente si están bien ajustadas, evitando que queden huecos por los que circule libremente el aire. No son recomendables, especialmente en sitios cerrados, las mascarillas higiénicas o quirúrgicas y, en absoluto, las textiles. Hay que evitar, además, las mascarillas transparentes, puesto que están repletas de pequeños agujeros por las que entran y salen libremente los aerosoles (pequeñas partículas que contienen el virus). Conviene llevar la mascarilla en interiores, durante la celebración, y quitársela únicamente cuando vayamos a comer. Luego hay que ponérsela: recuerda que la mayor parte de infecciones se producen en encuentros familiares en los que se han relajado las medidas.
Higiene
Seguimos muy concienciados con la higiene de manos, que también es importante para frenar la transmisión el virus. Lo recomendable es lavarse las manos nada más llegar al domicilio en el que se vaya a realizar la celebración y contar con botes de gel hidroalcohólico en la entrada, si hace falta. Lo ideal, además, es optar por raciones individuales en lugar de platos de picoteo, en los que puedan mezclarse fluidos entre comensales.
Ventilación y filtros HEPA
La ventilación es una de las medidas más efectivas para combatir la COVID-19 en interiores. Si vamos a hacer la celebración en un interior, lo recomendable es ir abriendo las ventanas para que circule el aire. Si es posible, podemos instalar un filtro HEPA que filtre el aire respirado por los comensales y arrastre las partículas nocivas. Si es posible, también podemos realizar parte de las celebraciones en exteriores o sitios muy ventilados, bien abrigados o con sistemas de calefacción específicos para estas circunstancias, especialmente si vivimos en zonas muy frías.
Test de antígenos
Los tests de antígenos deberían ser una herramienta de uso común en nuestros hogares. En los últimos días se han ido agotando en las farmacias, especialmente ante el incremento de casos registrados y la previsión de los encuentros familiares. Se pueden comprar varios paquetes de tests y repartirlos entre las personas que vayan a participar en la comida o celebración. Conviene hacérselo unos minutos antes de reunirse, para así reducir las posibilidades de transmisión.
Lógicamente, ante cualquier síntoma que tenga apariencia de COVID-19, hay que avisar a los familiares y evitar la reunión. Otra opción es dar un giro a las celebraciones navideñas, para que no siempre tengan que centrarse en las comidas. Puede ser, por ejemplo, un paseo en familia o un chocolate caliente en una terraza al aire libre. En cualquier caso, esperamos que estas recomendaciones os ayuden a organizar vuestras Navidades sin bajar la guardia. Porque en las próximas, esas sí, queremos que os reencontréis todos y que nadie falte. Salud y ¡fiestas felices!