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Consejos para conseguir un hogar seguro

magazine.solvia.es, 01 de agosto – Los accidentes no solo ocurren en la calle o en el lugar de trabajo. En una casa también pueden producirse incidentes que afecten a la salud de sus habitantes. Por ello, conviene prestar atención a unas medidas básicas de seguridad, especialmente si en el hogar convivimos con niños o personas mayores.

Según los datos del informe de Detección de Accidentes Domésticos y de Ocio (DADO), elaborado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad en 2011, uno de cada diez españoles experimentó un accidente en el ámbito doméstico durante ese año y muchos de esos accidentes se podrían haber evitado si se hubieran adoptado unas medidas básicas de seguridad, como las que repasamos a continuación:

Medidas de prevención en la cocina

Quemaduras y cortes son los accidentes más comunes en las cocinas, por ello, conviene que los adultos vigilen la manipulación de los objetos punzantes y cómo se disponen éstos en la encimera de la cocina. También debemos preocuparnos de que tanto los mangos de las sartenes como las agarraderas de las ollas no sobresalgan del área de cocción: un simple movimiento involuntario puede provocar que se vuelque aceite o agua hirviendo encima de la persona que está cocinando. Por otro lado, se recomienda instalar topes en los cajones de la cocina y en los armarios donde guardamos los productos de limpieza si en la casa hay niños.

Aunque nuestra casa está obligada a pasar regularmente una inspección para comprobar que los conductos y las salidas de gas siguen la normativa, también conviene encajar bien los fogones, vigilar los mandos por si en un descuido se quedan abiertos y a la más mínima sospecha de fuga de gas abrir las ventanas. Las caídas también pueden producirse en la cocina, por lo que se debe evitar superficies deslizantes y escoger alfombrillas de cocina adherentes.

Seguridad en el baño

Agua y electricidad son una pésima conjunción, por ello deberemos desenchufar inmediatamente de la corriente todos los aparatos una vez utilizados (secador de pelo, maquinillas…). Calefactores y estufas deben de estar bien alejados de la zona de aguas y evidentemente (la normativa así lo exige) no tendremos un calentador o termo eléctrico dentro del habitáculo de la ducha. De hecho, el Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión (vigente desde el 2003) establece la prohibición de “instalar enchufes, interruptores y aparatos de iluminación que se encuentren a menos de 2,25 metros de altura desde la bañera o ducha y a menos de un metro alrededor de ambas (excepto los enchufes protegidos).”

No obstante, el riesgo más latente en los cuartos de baño son las caídas debidas a resbalones y las contusiones con elementos (grifos y llaves de paso) que sobresalen de las paredes. Por ello, se aconseja colocar alfombrillas en las zonas donde se producen las salpicaduras y proteger los grifos de las bañeras. Si en nuestra casa habitan personas mayores es recomendable ubicar agarraderas para crear puntos de apoyo y para facilitar las entradas y salidas del baño o la ducha.

Atención en el resto de la casa

Siempre que tengamos que encaramarnos a un altillo o estantería debemos utilizar una escalera de mano segura y evitar las sillas. Además, una buena ubicación de los interruptores (al lado de la cama o al inicio de un pasillo) nos evitará en la noche andar a oscuras y tener tropiezos. Si tenemos niños pequeños debemos colocar protectores en los enchufes y en los cantos de los muebles. Y en caso de realizar una reparación eléctrica, por sencilla que sea, deberemos desconectar el interruptor general.

Si nuestra vivienda tiene escaleras, las barras de seguridad limitarán a los niños su acceso. Y en el caso de disfrutar de una piscina, además de supervisar los baños, será conveniente colocar asimismo una valla de seguridad en todo su perímetro.

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