El Economista, Efe, 14 de abril – La inversión de los españoles en inmuebles fuera de nuestro país se hundió en 2012 por quinto año consecutivo, mientras que el desembolso de los ciudadanos extranjeros en viviendas de España se elevó un 17 % y llega a la mayor cifra desde 2004.Cara y cruz de una misma moneda. Frente a la pérdida de poder adquisitivo de la sociedad española y las dificultades de acceso al crédito, el apetito de los extranjeros por activos ubicados en España ha ido en aumento en los últimos cuatro años. Según datos del Banco de España recopilados por EFE, los ciudadanos extranjeros invirtieron el pasado año un total de 5.540 millones de euros para adquirir inmuebles en nuestro país. Sin embargo, a pesar de que este importe es el mayor desde que se inició la crisis económica, el desembolso se mantiene aún lejos de la cifra que alcanzaba en 2003, cuando superaba los 7.000 millones.
El incremento de los fondos destinados por los ciudadanos extranjeros a la adquisición de viviendas en nuestro país contrasta con el retroceso que experimentaron las inversiones de los españoles en inmuebles fuera de nuestras fronteras durante 2012, cuando la cantidad desembolsada fue un 82 %, inferior a la que se registraba en los niveles máximos de 2007.
El pasado año los españoles invirtieron 596 millones en activos inmobiliarios fuera de nuestro país, lo que representa una caída del 3,5 % frente a la contabilizada un año antes y la menor cifra desde hace diez años. Al contrario que la inversión extranjera en España, la española en el exterior se ha ido reduciendo significativamente desde los años de esplendor del sector inmobiliario, cuando llegó a superar incluso los 3.300 millones de euros. Entre los factores que influido en el retroceso de la inversión española destacan las restricciones crediticias, así como la menor renta de los españoles y la tasa de paro, que supera los 5 millones de personas.
Con todo ello, la compraventa de viviendas encadenó el pasado año en España su segunda caída anual consecutiva tras ceder un 11,3 %, una tendencia que si bien se moderó respecto a ejercicios anteriores no se vio suficientemente impulsada por el fin de las desgravaciones fiscales y del IVA superreducido para este tipo de operaciones. Todo ello a pesar del abaratamiento del 13,7 % que registró la vivienda en 2012, la quinta caída anual consecutiva y el mayor descenso en un ejercicio completo desde que en 2007 comenzó a elaborarse el índice de precios de vivienda (IPV) del Instituto Nacional de Estadística (INE). En este contexto, la constitución de hipotecas sobre viviendas alcanzó las 274.715 en 2012, lo que supone una reducción del 32,7 % respecto a 2011 y el sexto año consecutivo de descensos.
A cierre de 2012 las familias españolas destinaron en 2012 el 28 % de sus ingresos brutos anuales disponibles a comprar una vivienda y emplearon para ello una media de 6 años, lejos de los máximos que se alcanzaban en pleno «boom» del sector inmobiliario. Para pagar una vivienda tipo de unos 90 metros cuadrados construidos (base sobre la que el Banco de España elabora sus cálculos), las familias emplearon 6,2 años en el primer trimestre de 2012, 6,1 años en el segundo, 6 en el tercero y 5,9 a cierre del año.