valenciaplaza.com, Dani Valero, 27 de junio – Una gran bolsa de suelo urbanizable, con parcelas aptas para levantar residenciales -edificios con pisos amplios de 3 o 4 habitaciones, piscina, pistas de tenis o pádel…- y todo en un momento de recuperación del sector, con sed de un producto escaso en el mercado inmobiliario de València y los bancos dispuestos a dar crédito.
Son los ingredientes que han hecho de Malilla el barrio donde el ladrillo vuelve a sonreír. La zona caliente -para ser exactos- es la unidad de ejecución 1 del sector Malilla Norte, «el único gran PAI de València que se ha desarrollado después de la crisis», explica Vicente Pastor, presidente del agente urbanizador Malilla 2000 SA. «La urbanización ha concluido en el momento perfecto, cuando acababa la recesión», cuenta.
Se trata de 360.000 metros cuadrados de suelo en superficie, de los cuales 70.000 corresponden a un gran jardín -más otros 13.000 para el mismo uso repartidos por el barrio-, 68.000 a red viaria, 50.000 a parcelas dotacionales públicas y 45.000 a suelo edificable privado. Y es precisamente en estas parcelas edificables donde los propietarios se han lanzado a promover.
Abrió la veda la cooperativa Libra con la promoción de un edificio de 44 viviendas, y tras ella se han lanzado Hábitat con una de 140, ASG Iberia (Activum SG) con otra de 90, Grupo Lobe con 50 Viviendas de Protección Pública, o Urbem, también con la fórmula de la VPP.
Pero el golpe sobre la mesa lo ha dado Neinor, una promotora cotizada que ha llegado con fuerza a la Comunitat. Comenzó con una promoción de 54 pisos en el barrio, pero la bomba la soltó la pasada semana. La firma anunció el pasado viernes la adquisición de un total de 50.000 metros cuadrados para la construcción de 400 viviendas. Por el terreno pagó la friolera de 27 millones de euros a la valenciana Urbem, tal y como reveló este diario.
Según estima Pastor, las promociones ya anunciadas superan las 800 unidades, una cantidad significativa teniendo en cuenta la reciente urbanización del espacio. El conjunto del PAI tiene capacidad para alrededor de 2.000 viviendas, según explica, lo que convierte Malilla «en la bolsa más grande de residencial urbanizado de València».
Confort entre hospitales
Entre los puntos fuertes de Malilla, además de la amplitud de las viviendas y el mencionado parque de 70.000 metros que ejercerá de centro neurálgico del nuevo espacio, se encuentran las prestaciones sanitarias. El barrio se encuentra frente al Hospital La Fe pero, además, junto al futuro hospital del Grupo Vitas (antes Nisa).
Fuentes del sector inmobiliario comparan el fenómeno de Malilla con el experimentado en su día con los barrios de Campanar (Corts Valencianes) u Orriols (Avenida Alfahuir), donde la oferta residencial de grandes pisos con piscina y demás prestaciones comunitarias revolucionó el mercado inmobiliario.
En efecto, Malilla cuenta en estos momentos con la ventaja del espacio respecto a otras áreas en las que se está desarrollando obra nueva, tales como Quatre Carreres, los pocos solares que quedaban en Orriols, o Patraix. Este último barrio es tal vez el que más se le asemeja, si bien la oferta de Malilla, pese a llegar más tarde, está teniendo una mayor acogida en el mercado. Los precios oscilan entre los 1.400 y los 1.800 euros el metro cuadrado.