¿Quién nos iba a decir, hace unos meses, que podríamos trabajar desde casa y que nos replantearíamos muy seriamente nuestro modo de vida? Hemos descubierto que vivir hacinados en una gran ciudad no es lo que realmente queremos. Y hemos comprobado que los grandes placeres están, en realidad, en las cosas más sencillas.
Y hablando de cosas sencillas, hoy queremos invitarte a abrazar un poco más la naturaleza. Si tú también eres de los que buscan una casa apartada del mundanal ruido, cerca de un entorno natural, donde respirar aire fresco y vivir más intensamente tu libertad, esto te gustará.
Se trata de un finca rústica, sencilla pero encantadora, ubicada en la localidad tarraconense de l’Ampolla, muy cerca del bellísimo paraje natural que es el Delta del Ebro. Descubre cómo es vivir tranquilo durante todo el año en el corazón del campo y muy cerca de las playas más hermosas y solitarias.
Una casa a cinco minutos de la playa
¿Has visitado alguna vez L’Ampolla? Se trata de una localidad típica de la costa tarragonina, muy cerca del Delta del Ebro, y con unas playas muy bonitas, para nada masificadas. Y esto se agradece. La casa que hoy queremos mostrarte está a tan solo a 3 km de esta población y, por tanto, tan cerca como necesitas de los comercios y servicios. Así que si lo tuyo es la calma, aquí tienes justamente lo que necesitas.
La casa está a tan solo cinco minutos de las playas de la zona del Arenal y Cap Roig. Una delicia para aquellos que disfrutan de la playa, pero no tanto de sus aglomeraciones. Pero, vamos al grano: ¿cómo es esta casa? Bueno, debes tener en cuenta que se trata de una finca rústica. Esto significa que se trata de un lugar perfecto para ir de vacaciones. Aunque con algunas reformas podrías convertirla perfectamente en tu primera residencia.
La finca que adquirirá su nuevo propietario tiene nada más y nada menos que 30.000 m2, aunque la edificación en sí alcanza los 248 m2. Consta de un pozo de agua propio y una balsa de agua para suministrar tanto a la casa de campo como a la piscina. La edificación principal, que es la que podemos convertir en residencia, es de 130 m2. ¿Y qué encontramos en su interior?
Una casa rústica y piscina en el jardín
Aunque estamos, fundamentalmente, ante una casa rústica abierta al exterior, en esta vivienda también encontramos espacio para el recogimiento. La casa se divide en tres habitaciones dobles, un baño completo, un salón comedor muy amplio y un cocina totalmente equipada, perfecta para disfrutar con familia y amigos entre fogones. Si luego queremos salir y aprovechar el buen tiempo típico de esta zona, tendremos una terraza de 20 m2 con bigas de madera y barbacoa.
Sí, esta casa también es perfecta para organizar veladas al aire libre. Anexado a la vivienda principal hay un almacén de 55 m2. En el jardín hay una gran piscina con una capacidad de 60.000 litros, equipada con hidromasaje. Porque aunque esta sea una casa sencilla, sus anteriores propietarios no quisieron renunciar a los pequeños lujos. Desde el césped del jardín los nuevos inquilinos divisarán su propio huerto de árboles frutales y, a lo lejos, el mar.