El Banco Central Europeo mantiene los tipos de interés en cero. Esta frase ha sido la más repetida por el BCE en los últimos años. Desde marzo de 2016, cada vez que la institución europea se disponía a revisar los tipos se decantaban por mantenerlos en cero. Con esta medida, el presidente de esta entidad apostaba por favorecer el consumo y el crédito, pero por el contrario se penalizaba el ahorro. Al final, esta política que en principio iba a durar unos meses se ha ido alargando y ya son tres años y cuatro meses el tiempo en el que los tipos en Europa están en cero.
Evitar la recesión ha sido el principal objetivo del BCE en estos últimos años. Para poder cumplir con este objetivo la estrategia marcada por Mario Draghi ha sido la de mantener los tipos algo que seguirá de momento, por lo menos hasta que siga en le presidencia. “Que el presidente del Banco Central Europeo haya anunciado mantener los tipos es una noticia buena y a la vez inquietante. Es inquietante porque significa que las cosas no van bien y que hay que seguir utilizando los mecanismos extraordinarios como es el de mantener los tipos bajos”, explica el presidente del Consejo General de Economistas de España, Valentí Pich.
Antes de la crisis económica, más concretamente durante los años 2000 y 2008 los tipos de interés estaban en el 4,25%. En los meses siguientes, Mario Draghi empezó de bajar esta cifra y tan solo unos meses después en mayo de 2009 caían hasta el 1%. Desde entonces subieron ligeramente en el último cuatrimestre de 2011, pero en general la tendencia ha sido de mantenerlos a la baja. Es más, desde marzo de 2016 no se mueven del cero.
Cuáles son las consecuencias de los ‘tipos cero’
Cobrar por las cuentas e incluso por los depósitos. Estas son dos medidas que en los últimos meses han ido cobrando fuerza sobre cómo los bancos podrían repercutir a los clientes el dinero que está perdiendo por la situación de tipos ceros. “Esta situación provoca que los bancos no tengan ingresos, por lo que si no hay ingresos es posible que las entidades financieras empiecen a cobrar por otras cosas. Hay que recordar que los bancos tienen una actividad económica y tienen unos costes. Por un lado, están los costes regulatorios y por otro lado está la inversión que han hecho a nivel informático para beneficiar al usuario. En este caso, las entidades tienen que analizar que gastos tiene de servicio por lo que es lógico que necesiten aumentar sus ingresos. Hay que recordar que los bancos no están pasando por un buen momento, se está produciendo un cambio de modelo con una transformación digital y algunos han empezado con recortes en sus plantillas”, señala Valentí Pich.
Una de las opciones que tienen las entidades financieras para revertir sus cuentas es aumentar sus ingresos, una decisión que parece la más sencilla. “Que los bancos empiecen a cobrar a sus clientes por las cuentas y los depósitos es una posibilidad real. La política de bajos tipos de interés prolongada en el tiempo ha hecho que los márgenes de beneficios de los bancos sean cada vez menores y necesiten de nuevas fuentes de ingresos. Ya hemos visto como han subido comisiones y, si la política de tipos de interés se prolonga en el tiempo, puede darse que los bancos nos comiencen a cobrar por tener nuestro dinero depositado”, considera el experto financiero de iAhorro.com, Pablo Souto.
El pasado mes de junio, algunas entidades confirmaron que ya habían comenzado a cobrar por guardar el dinero a grandes depositantes como clientes corporativos e institucionales. Fuentes del sector, explicaron que desde 2017 trasladan este coste a grandes clientes como aseguradoras y gestores de fondos con el fin de reducir sus gastos. “No sé si este año veremos a alguna entidad cobrando a los clientes por los depósitos, pero lo más probable es que los primeros bancos que empiecen a cobrar sean las entidades más pequeñas o medianas, las que más sufren con los bajos márgenes por tipos de interés”, apunta Pablo Souto.
La digitalización, el coste de la banca que nadie ve
La inversión en la digitalización ha sido otro de los talones de Aquiles de la banca. La mayoría de las entidades han hecho una gran apuesta económica por adaptar sus servicios al mundo digital. “El modelo digital ha provocado un cambio en el modelo de negocio. En la actualidad los bancos no pueden jugar con los depósitos por lo que es posible que empiecen a cobrar por los servicios digitales. En España abrirse una cuenta corriente es muy sencillo, mientras que el resto de Europa hay ciertas tasas y costes que asume el cliente”, destaca el presidente del Consejo General de Economistas de España.
Problema a medio plazo
“Me ha sorprendido la decisión de Mario Draghi. Esta decisión de financiar la deuda pública y privada con coste cero de una forma permanente significa que no se está generando ahorro. Esto es algo inquietante que demuestra que algo está fallando en la economía. Estamos utilizando un mecanismo monetario para que la economía funcione y que se sigan utilizando estos estímulos es un problema porque puede haber un susto colectivo y que nos quedemos sin estímulos que utilizar. Esto demuestra que algo no funciona en la economía. Si hay un problema gordo, nos quedamos sin recursos. Nos estamos endeudando demasiado”, Valentí Pich.