Los abuelos son algo maravilloso. El día 26 de julio celebramos el Día Mundial de los Abuelos y este año lo hacemos con más emoción que nunca, sabiendo que, después de estas duras semanas de pandemia, hemos sabido protegerles y cuidarles. Queremos que nos duren muchos años, porque con ellos aprendemos, escuchamos, conversamos y comprendemos. Ellos nos han cuidado a nosotros desde bien pequeñitos y, a veces, han disfrutado más de los nietos que de sus propios hijos.
Ahora que tienen tiempo para dedicarnos y que nosotros pasaremos un verano atípico, quizá este sea un buen momento para reflexionar sobre el valor de tenerlos en nuestras vidas. Sobre todo que nos aportan y la importancia de ofrecerles nuestro tiempo, que es uno de los mayores regalos que podemos entregarles.
Son muchas las personas que este año no se irán de vacaciones. También son muchas las que, decididas a contribuir en la lucha contra esta pandemia global, apostarán por pasar más tiempo que nunca con los suyos. Porque, si algo nos ha regalado la COVID-19, es tiempo para comprender que lo que de verdad importa es el tiempo que pasamos juntos. Así que hoy queremos decirte cuáles son las diez razones por las que nosotros también conviviremos encantados con nuestros abuelos este verano.
1. Eres su mayor tesoro. Sí, ¡tú!
Que no se te olvide. Cuando les tocó criar a sus hijos (tus padres) probablemente tuvieron menos tiempo, porque les tocó trabajar y cumplir con la obligación de mantener a su familia. Hoy que probablemente estén jubilados, tus abuelos tienen todo el tiempo del mundo para dedicártelo y disfrutar a tu lado. Que sepas que el mayor tesoro que tienen en la vida eres tú. Y tú, los tienes a ellos.
2. ¡Tienen tantas cosas que contarte!
Seguramente no vivieron una pandemia, pero sí otras circunstancias muy duras, de las que aprendieron mucho y les forjaron cómo son. Escuchar sus vivencias vitales te ayudará, no solo a comprenderlos a ellos, sino a descubrir que las emociones e historias que vivieron quizá no fueran tan distintas a las tuyas. Conocerles antes de que sea demasiado tarde es un verdadero privilegio que debes aprovechar.
3. Tienen los mejores secretos sobre cocina
¿Quién es la verdadera maestra del guiso en tu casa? ¿Quién es el paellero que sabe encontrar como nadie el punto del arroz? Tu abuela y tu abuelo, ¡eso está claro! Antes de que se pierdan sus recetas, acércate sigilosamente para observarles. Y coge libreta y boli, no vaya a ser que en un arrebato se les ocurra entregarte a ti el secreto mejor guardado de su plato estrella.
4. Cultivar vuestro propio huerto
En los tiempos que corren, no hay mayor lujo que el de tener un huerto propio. Y si es el de tus abuelos, mejor que mejor. Saborear los tomates como nunca los has probado. Comprender los secretos del cultivo de la berenjena, del pimiento, de la cebolla… Disfrutar de los sabores auténticos y descubrir el milagro de ver crecer estos manjares, que luego irán directos del huerto al plato. No deberías perderte esta experiencia por nada del mundo.
5. No encontrarás mejor rival en los juegos de mesa
No importa que juguéis al mus, al dominó, al ajedrez, al cinquillo, al parchís… tus abuelos tienen toda la destreza (y más) para ganarte en todas las partidas. Bromas aparte, los juegos de mesa y de memoria son una excelente oportunidad para hacer trabajar la mente. Algo que nos viene fenomenal a todos para prevenir enfermedades como el Alzheimer y demencias. Son geniales, también para diversificar vuestras actividades y son estupendas alternativas de ocio para los días de lluvia.
6. Leer juntos: esa experiencia inolvidable
No es algo que solo deban hacer los pequeños, no. Organizar una tarde temática de lectura es una experiencia muy nutritiva para todos, en el sentido de que podéis aprender juntos y deleitaros, tanto con vuestras voces como con textos preciosos. Incluso podéis organizar un recital poético, en el que cada uno lea sus poemas favoritos.
7. Mejorar el estado del ánimo
Estar con los abuelos suscita un intercambio general muy positivo para todos. Si durante el año no han visto a los nietos ni a su familia más próxima, es normal que se hayan sentido un poco más deprimidos. Más ahora con la situación de pandemia que hemos vivido y el consabido confinamiento. Estar con sus nietos y familiares más cercanos les ayudará a mejorar su estado de ánimo: todos os sentiréis mejor.
8. Ejercitar el cuerpo y la mente
Para prevenir tanto las enfermedades cardiovasculares como las del cerebro, conviene hacer ejercicio. Ojo, no hace falta salir a caminar o a correr durante dos horas, no. Si bien es bueno andar un poco, estar con los nietos proporciona a los abuelos la posibilidad de hacer gran parte del ejercicio que necesitan. Jugar también cuenta como actividad física y el solo hecho de hablar con los niños o jóvenes pone en marcha determinadas conexiones cerebrales que hará que no pierdan el ritmo.
9. Cultivar el amor por los demás
¿Nos ha cambiado esta pandemia? La respuesta para muchos es no. Pero está claro que también son muchos los que han tenido tiempo para hacer una reflexión vital sobre qué es y qué no es verdaderamente importante. Los abuelos son parte de nuestra vida y nos han dedicado amor. ¿Qué hemos hecho hasta ahora nosotros? Quizá este sea el momento perfecto para observarles y aprender de ellos. Aunque sea un poco.
10. Celebrar juntos la vida
Probablemente no podamos hacer las vacaciones de nuestra vida. Ni visitar esa ciudad en la que tanto deseábamos estar. No será el último verano de nuestra vida, así que… ocurra lo que ocurra, debemos dar las gracias por tener a los abuelos, por estar en familia y celebrar que compartimos nuestras vidas. En realidad no hace falta mucho más para celebrar que estamos presentes y que los abuelos nos acompañan.