De eso no cabe la menor duda: comprar una vivienda es, sin duda alguna, uno de los procesos más complejos a los que nos enfrentaremos en la vida. Debe tratarse de una decisión muy meditada, por todo lo que significa el gesto: apostar por un lugar para vivir y, por supuesto, hacer frente a una gran inversión económica. Lo que para muchos exigirá solicitar una hipoteca. Pero, ¿lo sabes todo sobre hipotecas?
Hoy queremos ofrecerte algunos consejos básicos para comprender algunos conceptos importantes acerca de las hipotecas. De este modo, podrás encarar el camino de la solicitud (que ya te avanzamos que no es fácil) con la certeza de aquél que sabe por donde pisa. Pongámonos, pues, manos a la obra. Esto es todo lo que tienes que saber para elegir una hipoteca.
La situación jurídica de la vivienda
Lo primero que te recomendamos antes de ponerte a buscar e indagar sobre hipotecas es investigar un poco acerca de la situación jurídica de la vivienda. Es una buena manera de evitar imprevistos. Lo primero será dirigirnos al Registro de la Propiedad que tengamos más cerca en nuestra provincia. Si no sabes a dónde dirigirte, accede a la página del Colegio de Registradores de la Propiedad para localizar la oficina más cercana. Recuerda que en tiempos de COVID-19 es más importante que nunca pedir cita previa.
No escatimes en tiempo y esfuerzo
Los préstamos hipotecarios suelen acompañarnos durante muchos años. Veinte o incluso treinta. Por eso es muy importante que te tomes el tiempo necesario para estudiar todas las opciones. Invierte horas y días a conocer a fondo todos los conceptos, porque de lo contrario, podrías llegar a lamentarlo.
El porcentaje a financiar
Hay muy pocas entidades que financien hoy el 100% de una hipoteca. El porcentaje final que financia cada banco puede variar, de modo que es muy importante comentar con el banco nuestra situación y todos estos extremos. Algunas entidades pueden llegar a financiar hasta el 80%, pero consúltalo antes para tener una cifra cierta sobre la mesa.
Tipo de interés fijo o variable
Últimamente se habla mucho sobre interés fijo o variable. Debes saber, para empezar, que las hipotecas con tipo de interés fijo son préstamos cuya cuota no varía a lo largo del tiempo. En cambio, las hipotecas de tipo variable se revisan cada año y se calculan en base al índice de referencia, que habitualmente es el Euríbor. Como desventaja, hay que indicar que las primeras tienen tipos de interés más elevados, aunque el hipotecado siempre tendrá la certeza de pagar una cuota fija.
Productos asociados
Es muy habitual. Las entidades bancarias ofrecen productos asociados, de cuya contratación puede depender el tipo de interés resultante. Así que mucho cuidado: nadie puede obligarte a contratarlos, aunque esto suponga un rebaja en la cuota. Asegúrate, en cualquier caso, de conocer a fondo los productos asociados a la hipoteca.
Comisiones
Las comisiones son un capítulo a parte en esto de la negociación de la hipoteca. Al firmar un préstamo hipotecario, nos enfrentamos a una serie de comisiones, que pueden ser las de apertura o amortización total o parcial del préstamo. Tenlo en cuenta.
Ha llegado la hora de meditarlo
Además de tener muy claro que quieres comprar la casa o el piso que te gusta, en la localización que tiene y por el precio ofertado, una vez conozcas todos los conceptos a manejar en la firma de una hipoteca, debes meditarlo. Comprometerse al pago de la hipoteca es, en la mayoría de casos, una decisión que se alargará durante muchos años. Sopesa muy bien tu situación económica y ten claro si puede cambiar en el largo plazo.
Pon en una balanza todas las ventajas e inconvenientes. Planifica la gestión de tus ahorros y revisa todas las propuestas que tengas sobre la mesa. Que no se te escape ningún detalle.