La manera en que comemos puede afectar poderosamente al mundo. ¿No lo crees? La forma de recolectar los alimentos, de prepararlos e incluso de conservarlos afecta de manera directa a nuestra salud personal, pero también al planeta. Hay varios Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que confluyen para acabar con el hambre en el mundo y fomentar la salud y el bienestar de las personas, además de velar por la conservación de los ecosistemas.
Pero, ¿sabes que tú también puedes aportar tu granito de arena? Hay cosas que puedes hacer desde tu cocina para ser más sostenible. Te proponemos siete maneras prácticas de ponerte manos a la obra.
1. Compra productos de temporada y proximidad
Los productos de temporada se pueden conseguir fácilmente a través de productores locales. Suelen tener más sabor y nutrientes, porque respetan los procesos de maduración naturales y resultan mucho más económicos, porque hay excedente. Además, los tienes muy cerca: al no necesitar transporte de larga distancia, reducimos la huella de carbono.
2. Reduce tu huella de plástico
Hay plástico: plástico por todas partes. Reducir la huella de plástico en la cocina es fundamental, pero ya desde el mercado. Compra en mercados locales a granel y lleva tus propios recipientes. Verás que al principio puede resultar un tanto incómodo o extraño, pero en cuanto te des cuenta de la cantidad de plástico que reduces, te sentirás mucho mejor contigo mismo.
3. Come menos carne y pescado
La carne y el pescado están riquísimos, pero lo cierto es que en nuestra dieta están presentes en exceso. Lo recomendable es que nuestra dieta incluya frutas y verduras en una proporción del 50 % y no al revés. Tan solo el 25 % deberían ser proteínas. Aprender a cocinar bien las verduras para disfrutar más y mejor de una dieta saludable. ¡Pueden estar riquísimas!
4. Cuidado con las modas y los superalimentos
El boom de los superalimentos es una realidad. El aguacate es uno de los más celebrados y lo cierto es que hay que tener en cuenta que algunos pueden contribuir a la sobreexplotación agrícola en muchas partes del mundo. Lo lógico, para ser sostenibles en la cocina, es emplear productos locales y de proximidad durante todo el año.
5. Practica la cocina de aprovechamiento
¿Sabías que España es el séptimo país de la Unión Europea que más comida desperdicia? Cada año se tiran a la basura 7,7 millones de toneladas al año. Es decir, 179 kilos por persona. La cocina de aprovechamiento puede darte las claves para dejar de desperdiciar tanta comida: guardar tápers para otro día, congelar o desarrollar nuevos platos usando la creatividad y comprar únicamente lo que necesitas.
6. Recicla todo lo que caiga en tus manos
No hablamos solo de reutilizar alimentos o platos sobrantes. También hablamos de bolsas de plástico que lleguen a casa, recipientes y botes de productos a los que puedas dar otros usos, como guardar alimentos, accesorios u otros útiles de cocina. Incluso puedes reutilizar los envases para hacer manualidades en casa con los niños o crear cajas para guardar cosas en otras partes de la casa.
7. Limita el uso de los electrodomésticos
Tenemos la manía de acumular electrodomésticos de todo tipo en casa, cuando en realidad deberíamos tener suficiente con los fogones y el horno. Para ahorrar electricidad y economizar en general lo más recomendable es prescindir de todos aquellos robots y electrodomésticos accesorios que no hacen más que sumar gasto a tu factura eléctrica y ocupar espacio. Simplifica: es la clave.
