El euríbor no da tregua a los hipotecados. El principal índice usado para calcular el interés de las hipotecas variables se ha situado en agosto en un valor medio del 1,242%. Es su registro más elevado desde mayo de 2012 y supone una importante subida respecto a su cotización de julio de 2022, cuando este índice alcanzó el 0,992%.
Según el comparador financiero HelpMyCash.com, el nuevo valor del euríbor encarecerá notablemente las cuotas de las hipotecas variables que se revisen en septiembre. Sus analistas calculan que subirán, de media, más de 100 euros al mes. Todo apunta, además, a que este índice se mantendrá al alza en los próximos meses por la política del Banco Central Europeo, lo que seguirá aumentando el precio de estos productos. Por ello, este es un buen momento para cambiarse al tipo fijo y pasar a pagar una mensualidad constante que no dependa del euríbor.
El euríbor dispara el coste de las hipotecas variables
Cuando una hipoteca tiene un tipo variable, su interés se calcula al sumar dos elementos: el diferencial (un porcentaje fijo) y el índice de referencia (el euríbor, habitualmente). Cada seis o 12 meses, dependiendo de lo que se recoja en el contrato, el banco usa el último valor registrado por este índice para recalcular el interés y las cuotas del préstamo. En consecuencia, si el euríbor sube respecto a su cotización anterior, la hipoteca tendrá un tipo más alto y unas mensualidades más caras.
Eso es, precisamente, lo que les ocurrirá a los hipotecados cuya revisión se produzca en septiembre, ya sea anual o semestral. Según HelpMyCash, el valor medio del euríbor para este mes de agosto se sitúa provisionalmente en el 1,242%, muy por encima de los registros de hace un año (-0,498%) o hace un semestre (-0,335%).
Pongamos, por ejemplo, que una persona tiene una hipoteca media con un importe de 150.000 euros, un plazo de 25 años y un interés de euríbor más 1%. Si el préstamo se revisa cada 12 meses y se le aplica el euríbor de agosto, sus cuotas subirán en 121,46 euros al mes, que supone pagar 1.457,52 euros más al año. En cambio, si se revisa cada seis meses, las mensualidades aumentarán en 110,75 euros, que son 664,50 euros más al semestre.
Valor al alza por la política del BCE
Paradójicamente, el encarecimiento de las hipotecas variables lo provocan las medidas adoptadas para contener la subida del precio de la vida en Europa. La inflación en la zona euro lleva meses disparada y alcanzó en julio su cifra récord: un aumento interanual del 8,9%. Para revertir esa tendencia, el Banco Central Europeo (BCE) se ha visto obligado a aumentar sus tipos de interés, con lo que pretende enfriar la economía y provocar una bajada de precios.
En julio, el organismo europeo subió del 0% al 0,5% el interés de los préstamos que concede a las entidades financieras de nuestro continente. La previsión es que los aumente de nuevo en su próxima reunión del 8 de septiembre, probablemente hasta el 1% o el 1,25%. Según HelpMyCash, como los bancos pagan más por financiarse a través del BCE, aplican un tipo más alto sobre los préstamos que se conceden entre ellos, que es lo que determina el valor del euríbor.
De cara al futuro más inmediato, todo apunta a que el euríbor se mantendrá al alza en los próximos meses por las subidas de tipos del BCE. Según el Departamento de Análisis, su valor será del 1,90% a finales de este año y del 2,20% cuando acabe 2023. CaixaBank Research es más conservador y pronostica que este índice cerrará el 2022 al 1,48% y alcanzará el 1,78% el año que viene.
Pasarse al tipo fijo: ahora o nunca
Es muy probable, por lo tanto, que los hipotecados a tipo variable vuelvan a pagar unas cuotas más caras cuando se revise su contrato el año que viene. Pero existe una manera de evitarlo: cambiarse a un interés fijo. De este modo, el préstamo pasará a tener unas cuotas constantes que no subirán en caso de que el euríbor siga disparado.
Eso sí, ese cambio debe llevarse a cabo lo antes posible. En estos momentos, los bancos están subiendo sus tipos fijos, porque prefieren que sus clientes contraten hipotecas variables (esperan ganar más dinero con estos productos). Aún hay entidades que ofrecen intereses fijos competitivos de en torno al 2%, pero cuanto más se tarde en efectuar el paso del tipo variable al fijo, menos probabilidades habrá de conseguir un interés atractivo.
Este cambio se puede realizar de tres maneras distintas: mediante un pacto con el banco con el que se tiene la hipoteca (novación), mediante el traslado del préstamo a una entidad distinta (subrogación de acreedor) o con la contratación de una nueva hipoteca fija para cancelar la variable que se tiene vigente. En la página web de HelpMyCash se explica en qué consisten estas operaciones, cuánto cuestan y cuál es la más conveniente.