El Banco de España estima que si este invierno fuera frío el consumo de gas natural en el país podría aumentar en torno a un 25% con respecto al año pasado, incluso teniendo en cuenta una posible reducción del 10% por el cambio reciente en los patrones de consumo energético.
En el recuadro trimestral ‘La posible sensibilidad del consumo de gas natural y de electricidad en España ante diferentes escenarios climatológicos en el invierno 2022-2023’, el organismo señala que utiliza como baremo de un ‘invierno cálido’ las temperaturas que se registraron durante el pasado (2021-2022), mientras que para el modo ‘invierno frío’ se emplean las dicha estación de 2004-2005.
En concreto, el pasado invierno fue el cuarto más cálido en España desde 1961, de acuerdo con los registros de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), con una media de la temperatura máxima diaria, en el período comprendido entre el 1 de diciembre de 2021 y el 28 de febrero de 2022, que se situó se 1,6 grados centígrados por encima del promedio histórico –14,9 grados centígrados–.
En cambio, el invierno 2004-2005 fue el cuarto más frío desde 1961, y en él la media de la temperatura máxima diaria se situó 1,3 grados centígrados por debajo del promedio histórico y 2,9 grados centígrados por debajo de la registrada en el invierno 2021-2022.
En su informe, el Banco de España considera que los resultados de este ejercicio sugieren que en un ‘invierno frío’ los niveles de consumo de gas natural y de electricidad en España serían un 32% y un 7% mayores, respectivamente, que los que se observarían en un ‘invierno cálido’.
Es decir, sin tener en cuenta otros factores independientes de la temperatura que hubieran concurrido en el último año, si el invierno 2022-2023 fuera tan frío como el invierno 2004-2005, el consumo por parte de las familias y las pymes españolas de gas natural y de electricidad podría incrementarse, en términos interanuales, un 32% y un 7%, respectivamente.
De todas maneras, a la hora de extrapolar estos resultados al invierno 2022-2023, subraya que es necesario tener en cuenta también el potencial impacto sobre las decisiones de consumo energético de hogares y pymes que habrían tenido el Plan de Choque de Ahorro y Gestión Energética en Climatización aprobado en agosto y el acusado repunte de los precios energéticos observado a lo largo de este año.
Así, con respecto a lo observado en el período 2019-2021, durante buena parte de los meses de octubre y de noviembre de este año se produjo en España una notable reducción en la demanda de gas natural de los hogares y las pymes.
El cambio en los patrones podría reducir el consumo un 10 %
Por ello, de mantenerse este cambio reciente en los patrones de consumo energético, permitiría reducir en un 10% interanual el consumo de gas natural en España durante el invierno 2022-2023, si este registrara las mismas temperaturas que el invierno pasado.
No obstante, incluso teniendo en cuentas estos cambios en los patrones de consumo, si el invierno fuera tan frío como el de 2004-2005, el consumo de gas natural podría aumentar en torno a ese 25% con respecto al año pasado.