Poder disfrutar del espacio al aire libre es uno de los grandes placeres que te proporciona tener un jardín. Sin embargo, la meteorología es una de las grandes amenazas que suelen sufrir los muebles del jardín. La exposición constante a la lluvia, el sol, el viento o incluso la nieve pueden provocarles grandes daños y hacer que tengamos que tirarlos antes de que hayan cumplido su vida útil.
No obstante, deberíamos tener claro que en cuanto compramos mobiliario para exteriores, la protección es obligada. Si somos capaces de protegerlos, estaremos alargando su durabilidad y los mantendremos en óptimas condiciones durante más tiempo. A continuación, vamos a darte algunos consejos y técnicas prácticas para preservar la belleza y la funcionalidad de los muebles del jardín.
1. Elige materiales resistentes: primer paso para proteger los muebles del jardín
El primer paso para proteger tus muebles de jardín comienza en el momento de la compra. Opta por materiales resistentes a la intemperie, como aluminio, acero inoxidable, madera de teca o plástico reciclado. Estos materiales están diseñados para resistir la exposición constante a los elementos y son más duraderos en comparación con otros menos resistentes.
2. Cómo tratar los muebles del jardín de madera ante las inclemencias
Si tus muebles de jardín son de madera, te recomendamos aplicar un sellador o barniz protector. Son productos baratos, que pueden ayudarte a crear una barrera contra la humedad y prevenir la decoloración causada por los rayos UV. Realiza esta tarea al menos una vez al año para mantener la madera en buen estado.
3. Funda para los muebles del jardín que los protejan de la lluvia, el frío, el viento y el calor extremo
Una de las formas más efectivas de proteger los muebles de jardín es utilizando fundas para cada una de las piezas. Estas fundas están diseñadas para proteger contra la lluvia, el sol, el polvo y otros elementos. Elige fundas impermeables y resistentes a los rayos UV. Además, comprueba que se ajustan adecuadamente a cada mueble para que la protección sea completa.
4. Almohadones y cojines resistentes
Los cojines y almohadones son especialmente vulnerables a la mala climatología, especialmente si están hechos de materiales que retienen la humedad. Opta por textiles resistentes al agua y que se sequen rápidamente. También puedes almacenar los cojines en un lugar seco o utilizar cajas de almacenamiento específicas para mantenerlos a buen recaudo durante la temporada de frío y lluvias.
5. Elevar y ventilar los muebles si se producen lluvias
Elevar los muebles del suelo, especialmente en épocas de lluvias intensas, puede prevenir los daños causados por el agua estancada. Además, de ventilarlos, estarás evitando la acumulación de humedad. Utiliza bloques, elevadores de muebles o cualquier otro método para mantenerlos un poco por encima del nivel del suelo.
6. Cuida los toldos y sombrillas para que no se desgasten
Si tienes sombrillas o toldos en el jardín, pliégalos si sabes que a venir frío, lluvia o tormentas. Además de protegerlos para que duren más tiempo, estarás evitando que funcionen como velas y terminen volcando o dañando otros muebles y/o personas.
7. Haz al mobiliario de jardín un mantenimiento periódico
La limpieza y el mantenimiento regular son esenciales para que tus muebles de jardín duren mucho tiempo. Es fundamental limpiar la suciedad y los escombros de manera regular, así como ir realizando inspecciones visuales para detectar cualquier signo de desgaste. Además, te recomendamos reparar cualquier daño de inmediato para evitar que se agrave con el tiempo.
8. Pintura protectora para los muebles de jardín a la intemperie
Para muebles de metal, aplicar una capa de pintura protectora puede ayudar a prevenir la oxidación y el desgaste causado por la intemperie. Asegúrate de utilizar pinturas diseñadas específicamente para exteriores y sigue las instrucciones del fabricante para obtener los mejores resultados. Pregunta en tu tienda de confianza.
9. Si es posible, guarda los muebles de jardín en interiores
En climas donde el invierno es especialmente severo, sería interesante poder almacenar tus muebles de jardín en el interior durante la temporada invernal. Si tienes un garaje, sótano o cobertizo no lo dudes ni un momento: úsalos como refugio para evitar los efectos dañinos del frío y las heladas y sacar los muebles de jardín como nuevos la próxima temporada.
10. Instalación pérgolas o techos para añadir un extra de protección
Otra opción, y la última que te proponemos, puede ser la instalación de una estructura de protección. Nos referimos a una pérgola o un techo, que añadirá una protección extra a la zona de jardín o terraza, y al mismo tiempo estará evitando que tus muebles de jardín estén expuestos a todas las inclemencias. Además, tendrás un lugar de sombra perfecto para el verano.
Recuerda que invertir tiempo y esfuerzo en preservar los muebles de jardín estará prolongando su vida útil. Te ahorrarás dinero y quebraderos de cabeza en el futuro y lo más importante, tendrás prácticamente lista tu terraza para la primavera y el verano.