Muchos propietarios se preguntan si pueden regalar su casa o venderla a un precio simbólico, a sus hijos o a algún otro familiar, ya que de esta manera creen que podrían dejar de pagar ciertos impuestos o agilizar el trámite de la compraventa. ¿Pero es legal hacerlo? Revisamos qué dice la ley al respecto y qué consecuencias podría tener tener.

¿Hay un precio mínimo por el que se debería vender una casa?

No hay una ley que regule a qué precio se debería una casa, así que los propietarios disponen de cierta libertad cuanto toca fijar el precio por el cual quieren hacerlo. El Derecho Civil reconoce “el principio de autonomía de la voluntad”, que significa que dos particulares tendrían el derecho de acordar el precio de compraventa de una vivienda libremente, sin infringir la ley ni que ello fuera ilegal.

Pero sí que hay que tener presente que cada inmueble tiene un precio mínimo de venta, también conocido como valor de referencia catastral o valor mínimo fiscal, y que venderlo por debajo de éste podría conllevar consecuencias graves.

¿Es legal regalar una casa en España?

La Ley General Tributaria determina que regalar o vender una casa a un precio simbólico es una práctica ilegal en España.

La Administración es quien establece el precio mínimo por el que se debe vender una determinada propiedad y que calcula mediante el valor catastral. Éste es una valoración “objetiva” que hace Hacienda en base a varios aspectos relativos al inmueble.

Por lo tanto, no sería posible regalar una casa o venderla a un precio simbólico, ya que todos los propietarios tendrían la obligación de declarar la compraventa por este valor mínimo fiscal que establece la Agencia Tributaria.

¿Qué consecuencias podría tener regalar una casa en España?

La Ley General Tributaria podría llegar a considerar que es un delito grave contra la hacienda pública regalar o vender una casa a un precio simbólico y, por lo tanto, que no se correspondería con el real. Hacerlo podría conllevar implicaciones fiscales y graves consecuencias tanto para el vendedor como para el comprador.

Si el precio por el cual se vendiera fuera inferior al valor mínimo, que variaría en cada caso como hemos visto en los puntos precedentes, Hacienda podría considerar que se ha producido un fraude, especialmente si éste fuera muy inferior al de mercado. En este caso, procedería a comprobar todo lo referente a la compraventa y a poner sanciones si así lo considerara.

Exigir el pago entre el valor real y el declarado

Lo primero que haría Hacienda si comprobara que hay una gran diferencia entre el valor real de la vivienda y el que se ha declarado es requerir el pago de la diferencia entre ambos, a los que se añadirán los intereses pertinentes y posibles sanciones, que variarían según los importes.

Exigir el pago del IRPF de la mayor ganancia obtenida

Si el Estado considerara que el valor de la vivienda está muy por debajo del precio actual de mercado, también podría exigir el pago del IRPF de la mayor ganancia patrimonial obtenida.

Las sanciones que la Administración impondría pueden variar mucho en función de varios factores, pero pueden llegar a suponer el 150% del importe que se haya defraudado.

¿En qué se diferencia regalar una casa de hacer una donación?

Mientras que regalar o vender una casa a un precio simbólico no sería legal, hacer una donación sí que lo es y, por lo tanto, podría ser una buena alternativa. La donación de una vivienda es un acto jurídico a través del cual una persona (el donante) transmite o cede su propiedad a otra (que generalmente son sus hijos), sin recibir ninguna compensación económica a cambio.

Aunque se transmite de manera gratuita, ya que los hijos o donatarios no tendrían que comprar la propiedad, sí que deberían pagar  el Impuesto de Sucesiones y Donaciones y la plusvalía municipal.