elpais.com, Iñigo de Barrón, 09 de marzo – No es un banco, pero tiene el apodo de banco malo, la denominación que más odia Belén Romana (Madrid, 1965), presidenta ejecutiva de la Sareb (Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria). Nació hace trece meses y tiene 200 empleados. El 55 % del capital pertenece a la banca privada y el resto al Estado. Las cifras que gestiona son mareantes: ha recibido 200.000 activos problemáticos, entre viviendas vacías, alquiladas y suelos, así como 90.000 préstamos que llevan emparejados 400.000 garantías. Le quedan 14 años para deshacerse de todo sin pérdidas, pero Romana demuestra, en su primera entrevista, que es optimista y esperar cumplir el objetivo. Todo un desafío.
Pregunta. Tras un año al frente de esta sociedad, ¿qué es lo que más le ha sorprendido?
Respuesta. Lo difícil que resulta entender lo que es la Sareb, quizá porque somos una especie única. Genera un interés mediático extraordinario. La denominación de banco malo no ayuda, predispone en contra y genera problemas reputacionales. Incluso hemos tenido protestas de la Plataforma Antidesahucios aunque no tenemos hipotecas de particulares.
P. ¿No cree que debería explicar más lo que es la Sareb?
R. Hemos hecho un esfuerzo importante en 2013, pero somos una empresa en construcción: mientras volamos estamos montando el avión. No se nos ha dado ni un mes de tregua.
P. ¿Cuáles fueron sus prioridades al llegar?
R. Construir la sociedad y establecer canales de venta: mayoristas, minoristas y directos, que son los compradores de activos singulares, como edificios. Hemos vendido 9.000 viviendas, una a la hora en 2013 y 2.400 hectáreas de suelo. Estamos entre los 10 primeros por ventas de España y este año nuestro objetivo es estar entre los cinco primeros. En 2013 hemos puesto precio a 60.000 activos, algo clave para agilizar las ventas.
P. ¿Le inquieta que el precio medio de la vivienda haya caído hasta el 30,2 % desde la burbuja?
R. Como agente del mercado no debemos opinar, pero creemos que los precios han llegado al suelo y por eso están comprando los inversores internacionales. Puede haber alguna caída más en algunas zonas pero en general ya han terminado.
P. ¿No llegan solo los compradores de grandes descuentos?
R. No, también los fondos de inversión más estables. Hasta que no hay volumen, el precio no es una referencia. Ahora sí lo es.
P. ¿Cuándo subirán los precios?
R. No me gusta hacer predicciones.
P. ¿La Sareb es morosa en algunas comunidades de vecinos?
R. No me consta. Dimos orden a las entidades que gestionan nuestros inmuebles de que estuvieran al corriente de pago.
P. ¿Qué objetivos tienen para este año?
R. Vamos a incrementar la potencia comercial, elevar las ventas
minoristas un 15% para vender más de 10.000 pisos. Queremos ganar cuota en las cinco provincias con mayor actividad: Madrid, Barcelona, Alicante, Valencia y Málaga. También ayudaremos a las promotoras que son deudoras nuestras para que vendan más activos, tanto suyos como nuestros. Además, invertiremos 100 millones en finalizar obras que están a medio construir para terminar 3.000 viviendas y venderlas. Es una forma de dar más valor a lo que tenemos en el balance. También queremos crear una base industrial de pisos cuyo uso siempre sea el alquiler porque hay una oportunidad de negocio y algunos agentes quieren posicionarse aquí.
P. ¿Cuántas viviendas van a poner en alquiler?
R. Necesitamos crear las infraestructuras para determinarlo pero serán cifras importantes.
P. El FMI acaba de criticar a la Sareb por la falta de rentabilidad de sus ventas. ¿Está de acuerdo?
R. El FMI es parte de la troika y hemos trabajado con ellos muy intensamente en todo el proceso. También nos han felicitado en púbico por lo conseguido, otra cosa es cómo evoluciona el entorno…
P. Sí, por eso insistió en FMI en vender pero con rentabilidad, ¿no?
R. Por eso entramos en vías alternativas para crear valor como la construcción de los pisos y el alquiler.
P. ¿Hará público su sueldo y el de los altos directivos?
R. Cuando se creó Sareb decidimos voluntariamente someter los salarios a los límites de las entidades con ayudas públicas. Por tanto, mi salario está topado en 500.000 euros. Aunque no tenemos la obligación de hacer públicos todos los sueldos, porque no somos un banco, está notablemente por debajo de ese máximo.
P. ¿Por qué se ha marchado Miguel Garicano, director de procesos, y dos consejeros, Javier Trillo y Celestino Pardo?
R. En el caso de Garicano era un tema perfil y los dos consejeros fue por razones personales.
P. ¿Sareb funciona como una empresa privada en su totalidad?
R. Sí, casi todos los empleados vienen del sector privado.
P. Lo digo porque usted no fue elegida por el consejo, sino por el Gobierno. Se le considera una persona muy cercana al ministro de Economía, Luis de Guindos…
R. Llevo ocho años en el sector privado y otros ocho en el público. No soy una política.
P. Pero a usted ¿quién le escogió?
R. Eso no tiene que preguntármelo a mí, sino a quién me propuso tras pasar un proceso de selección. No he sido cargo político porque no he sido secretaria de Estado ni ministro.
P. Pero usted estuvo en la dirección general del Tesoro y en la de Política Económica con el Gobierno del PP…
R. Pero esos no son cargos políticos. Los ocupé por ser funcionaria del Estado. De hecho, estuve un año en la Dirección General del Tesoro con un Gobierno del PSOE. Nunca he tenido un cargo político ni he estado afiliada a ningún partido.
P. Aunque perderá dinero en 2013 en pérdidas, ¿está satisfecha con la actividad?
R. Sí porque hemos ingresado lo suficiente para amortizar 2.000 millones de deuda y pagar 1.200 millones en intereses a las entidades a las que compramos los activos, y a las que pagamos con bonos. Reducir la deuda supone disminuir nuestra carga financiera y, por lo tanto, los costes. Es el camino de aminorar la carga para el Estado y el riesgo para el contribuyente.
P. Para cerrar las cuentas, ¿está pendiente de las valoraciones de los activos que les haga el Banco de España?
R. Ese es un tema importante y esperamos su respuesta.
P. El subgobernador, Fernando Restoy, dijo que la Sareb es una sociedad con enormes conflictos de interés por tener a los bancos como accionistas y competidores. ¿Cómo lo han resuelto?
R. Nacimos con ese pecado original y se dijo que nos impediría vender activos, pero no ha sido así. Tenemos durísimas reglas. Hemos establecido varias políticas de resolución de conflictos y ha funcionado. En el Consejo de Administración lo hemos aplicado en 24 ocasiones. Se aplica cuando debatimos nuestra posición en un crédito sindicado en el que está un banco accionista: no vota, no recibe información y no asiste al debate.
P. ¿Por qué se ha marchado Walter de Luna, el anterior director general, al año de su nombramiento?
R. Tras la puesta en marcha de la sociedad, ha habido un ajuste de perfiles. Sareb es un organismo vivo y tiene cambios.
P. ¿Han preferido un perfil financiero como el de Jaime Echegoyen, exresponsable de Barclays y antes de Bankinter?
R. No me gusta personalizar. Jaime es un ejecutivo de primer nivel, reconocido en el sector financiero y en los medios de comunicación. Ha venido porque cree en este proyecto y en el equipo directivo. Ayudará a esta segunda fase que iniciamos ahora. Debemos vender y crear mucho valor.
P. Pero, Echegoyen tiene perfil financiero no inmobiliario…
R. El 80% del valor de los activos que hemos recibido son préstamos, un tema en el que Jaime se maneja bien. Además, conoce los canales bancarios, por donde vendemos y eso es importante.
Fotografía: Claudio Álvarez