La presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB), Alejandra Kindelán, ha afirmado que el acuerdo hipotecario pactado entre el Gobierno y el sector bancario es «equilibrado» y que el sector ha buscado que no afectase ni a la morosidad ni a las provisiones.

Así lo ha afirmado durante el XIII Encuentro Financiero, que se celebra entre el 28 y el 29 de noviembre y que ha sido organizado por el diario ‘Expansión’ y KPMG. Kindelán ha resaltado que el acuerdo ha supuesto trabajo y conversaciones entre las patronales, con las entidades, con el Ministerio de Asuntos Económicos y con el Banco de España.

Sin embargo, para el sector, la negociación del acuerdo ha girado en torno a dos ejes: por un lado, el ayudar a familias con dificultades a la hora de afrontar los pagos de la hipoteca ante el incremento de la subidas de tipos de interés, y por el otro, el preservar el mercado hipotecario, que es la «joya de la corona del sistema financiero español».

En este sentido, ha explicado que la labor de las patronales ha sido que las medidas no afectasen de forma significativa a la morosidad y a las provisiones, si bien ha reconocido que el acuerdo supone que los bancos asumirán un cierto incremento de las provisiones y la cancelación temporal de algunas comisiones, así como más costes operativos.

Además, ha coincidido con el responsable regional para Europa y consejero delegado de Santander España, Antonio Simões, al afirmar que se trata de un «acuerdo preventivo», ya que permite al sector prepararse «para lo que venga», en función de las subidas de tipo que se vayan aplicando.

Kindelán también ha considerado «muy acertado» que se haya acotado a 29.400 euros la renta de las familias de clase media que se pueden ver beneficiadas por el nuevo Código de Buenas Prácticas de medidas urgentes para deudores hipotecarios en riesgo de vulnerabilidad, ya que en muchos casos son «problemas temporales de liquidez».

Impuesto temporal

Sobre el impuesto temporal a la banca, con el que el Gobierno prevé gravar los márgenes netos de interés y las comisiones netas del sector durante dos años, Kindelán ha cargado de nuevo tanto con la forma de realizar el anuncio como contra la propia figura impositiva.

En concreto, ha afirmado que el anuncio fue «sorpresivo» y que no se contó con la opinión del sector. «El informe del Banco Central Europeo (BCE) es claro y contundente en cuanto a los riesgos y aun así ha habido pocos cambios en la tramitación parlamentaria», ha añadido, quien no espera que se produzcan modificaciones durante el paso del gravamen por el Senado, tras ser aprobado la semana pasada en el Congreso de los Diputados.

Igualmente, ha señalado que será «difícil» cumplir para las entidades con la contradicción entre la prohibición de trasladar el impuesto a los clientes que establece la proposición de ley elaborada por el Gobierno con la obligatoriedad de repercutir todos los costes, incluidas las consideraciones fiscales, tal y como se establece en la regulación europea.

Sensibilidad hacia el impacto de la inflación en los empleados

En cuanto a la negociación que se abre mañana entre los sindicatos y la AEB para abordar subidas salariales en el marco del actual convenio colectivo de banca, Kindelán ha afirmado en los últimos meses se ha constatado una situación excepcional de elevada inflación y que el sector «tiene que ser muy sensible» que está teniendo sobre los empleados.

«Sobre esa premisa nos sentamos mañana. Hay todo el interés y la sensibilidad hacia los empleados del sector y la excepcionalidad de la circunstancia actual», ha afirmado.