Las entidades financieras españolas han concedido 1,4 millones de moratorias hipotecarias y no hipotecarias a los afectados por la crisis del coronavirus. El saldo vivo pendiente de amortización es de 55.252 millones de euros, según los datos a cierre de febrero publicados por el Banco de España.
La información incluye tanto las moratorias hipotecarias y las de préstamos sin garantía hipotecaria que aprobó el Gobierno en su plan de medidas para mitigar el impacto de la COVID-19, como los acuerdos de moratorias sectoriales de crédito alcanzados entre los bancos y sus clientes a través de las patronales financieras como medida complementaria a las moratorias legislativas del Ejecutivo.
En cuanto a las moratorias legales, cuyo plazo de solicitud y duración se amplió a principios de febrero, se han recibido 265.000 solicitudes con garantía hipotecaria, de las que se ha dado curso a más de 222.000. El saldo vivo pendiente de amortización de los préstamos es de 20.000 millones de euros.
Más del 70% de deudores beneficiarios y avalistas son asalariados
Las solicitudes de moratoria legislativa de los contratos de crédito sin garantía hipotecaria superan las 420.000, habiéndose dado curso a casi 364.000. El saldo pendiente de amortización de los préstamos suspendidos supera los 2.700 millones de euros.
Por su parte, las solicitudes de moratoria sectoriales superan las 845.000. Del total, se ha dado curso a más de 819.000, con un saldo pendiente de amortización de los préstamos suspendidos que supera los 32.500 millones de euros.
Para los tres tipos de moratoria, más del 70% de deudores beneficiarios y avalistas son asalariados. El desglose en los trabajadores autónomos muestra que los principales sectores beneficiarios de moratoria son comercio, hostelería y otros servicios. Les siguen a cierta distancia actividades profesionales, científicas y técnicas, transporte y construcción. Estos sectores aglutinan casi el 80% del total de moratorias para autónomos a las que se ha dado curso.