Llegan a España las primeras borrascas del invierno, una ola de frío polar que deja a su paso un considerable descenso de las temperaturas. Este desplome del mercurio complica (aún más) la realidad de muchos hogares españoles, que no dejan de “apretarse el bolsillo” para poder llegar a fin de mes.
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha activado esta semana la alerta por temporal de nieve, lluvia, viento y mar en el ámbito de la Península y Baleares. La situación se inició a principios de semana, pero la duración de este período de frío se alargará, por lo menos, hasta el viernes. El origen de todo está en el desplazamiento de un anticiclón atlántico hacia el norte, junto con la posición de varias borrascas en el centro de Europa. Esto ha favorecido la irrupción de una masa de aire muy frío, de origen ártico, sobre la Península y Baleares.
Por eso se esperan nevadas en cotas bajas de la mitad norte peninsular. La cota de nieve podrá llegar a situarse entre los 300 y los 600 metros, por lo que se esperan nevadas con gruesos significativos. Esta es, sin duda alguna, una mala noticia para aquellos hogares especialmente vulnerables, que llevan muchos meses sufriendo por el coste de la energía.
La ola de frío: una amenaza para el bienestar de los hogares vulnerables
Un informe El futuro energético en riesgo: ¿están los españoles preparados para conectarse a la nueva era de la energía sostenible? de EcoFlow, compañía especializada en el desarrollo de soluciones de energía portátil y sostenible, señala que el 67% de los españoles disminuirá o renunciará a utilizar la calefacción en invierno para hacer frente al incremento de la factura de la luz.
La empresa destaca la importancia de conocer la realidad energética de los españoles para poder abordar de la mejor forma posible una transición hacia otras opciones más seguras y sostenibles, sin tener que sacrificar aspectos tan importantes como la climatización de los hogares:
¿Cómo está afectando la subida de la luz a los hábitos de los españoles frente al uso de los recursos energéticos?
El 67% de los encuestados afirman prescindir o reducir el uso de la calefacción para poder llegar a fin de mes. Esta es la realidad de una gran parte de la población, una situación que es especialmente grave teniendo en cuenta la crudeza del invierno en algunas zonas de la geografía española y el azote del temporal actual que afecta a la totalidad de nuestro país. En una sociedad de bienestar como la nuestra, sacrificar “el pasar frío” para poder, por ejemplo, comer, es realmente preocupante.
¿Qué medidas están llevando a cabo los españoles para afrontar la subida de la luz y la ola de frío?
El 83% de la población española afirma haber modificado ya algunos de sus hábitos de consumo en el hogar. Tanto es así, que 1 de 4 españoles afirma que su máxima preocupación de cara al fin de mes, es cómo afrontar la factura de la luz.
La principal medida que están implementando es reducir el uso de los electrodomésticos que más energía necesitan, como son el lavavajillas y la lavadora, con un 71,8%, seguido del apagado completo (sin dejarlos en modo suspensión) de los aparatos con un 37,9%.
Cinco medidas de ahorro en el hogar frente a la ola de frío
Es cierto que para el frío no hay otro antídoto que las fuentes de calor, pero es verdad que hay ciertas medidas de ahorro que podemos poner en marcha para minimizar la entrada del frío en nuestro hogar. Veamos cuáles son:
1. Aprovecha la luz solar
No todo son nubes. Durante el día se están produciendo claros y conviene aprovechar la luz solar al máximo. Despeja las ventanas para que el calor entre durante la jornada. La aportación de calor del sol puede ser más que significativa para minimizar la sensación de frío y atemperar las estancias, especialmente aquellas en las que estamos más tiempo: como el salón o la cocina. En cuanto empiece a oscurecer, echa las cortinas y baja las persianas.
2. Cierra puertas y concentra la actividad en un único espacio
Es inevitable que se cuele el frío por puertas y ventanas, especialmente si no contamos con un aislamiento adecuado. Cierra las puertas de las habitaciones en las que no estés y concentra toda tu actividad en un mismo espacio. Si tienes portátil y puedes trabajar desde el salón, mejor que mejor. Lo mismo para el resto de actividades que vayas a hacer con niños o individualmente.
3. Apaga la calefacción en aquellas estancias en las que no estés
No es necesario que mantengas la calefacción abierta en aquellas habitaciones en las que no estás haciendo nada. El dormitorio, por ejemplo. Ya encontraremos otras maneras de aumentar el calor y el bienestar en esas estancias en el siguiente punto.
4. Usa más ropa de abrigo y otros mecanismos rudimentarios
Puede parecerte un truco demasiado obvio, pero no es tan raro encontrarse con hogares que ponen la calefacción a tope mientras sus miembros se pasean en manga corta. Eso no. Usa suéters más gruesos y ropa de abrigo (como forros polares) y emplea el antiguo recurso de la bolsa de agua caliente. Saca las mantas. Te sorprenderá ver cómo entras en calor y apenas notas que has bajado unos grados la calefacción. Cuando vayas a dormir, llévate la bolsa de agua caliente o déjala un rato antes en la cama.
5. Refuerza el aislamiento en ventanas y puertas
Son acciones rudimentarias que pueden venirte bien para esta ola de calor, pero que te servirán para pensar en soluciones a futuro. ¿Te has dado cuenta de la gran cantidad de aire frío que entra por la puerta de entrada? Instala burletes o, en su defecto, mantas y otros tejidos que ayuden a amortiguar al entrada masiva de aire. Pon cortinas y alfombras en el suelo que den calor: funcionan de maravilla como aislantes.