Los coches eléctricos llegarán a nuestras vidas en un futuro más o menos cercano, así que hay que estar preparados para ello. Pese a la crisis por la COVID-19, 2020 fue un buen año para el coche eléctrico. Tanto es así que las ventas de coches híbridos enchufables se multiplicaron por tres y las de vehículos cien por cien eléctricos se incrementaron un 80 %.
Esto nos hace pensar en la necesidad de adaptar nuestros hogares a las nuevas tecnologías eléctricas, tal y como ya se están adaptando los espacios públicos, cada vez con más puntos de carga y plazas de aparcamiento específicas para este tipo de vehículos. Pero, ¿cómo hacerlo en casa? ¿Puedo instalar un punto de carga eléctrico si vivo en una comunidad de vecinos? Respondemos a estas y otras preguntas, a continuación
Instalar un punto de recarga en una vivienda unifamiliar
Es importante tener en cuenta esta cuestión antes de lanzarse a la compra de un vehículo eléctrico. Hasta ahora se ha hablado mucho sobre el problema de la falta de puntos de recarga públicos, pero lo cierto es que este obstáculo se está paliando a través de distintas fórmulas. Aunque muchos creen que les basta y les sobra con los puntos que puedan encontrarse por el camino, está claro que tener un punto de recarga en casa nos dará toda la tranquilidad que necesitarnos para movernos con el coche cargado al máximo cada vez que amanezca un nuevo día.
Lo más sencillo será, sin duda alguna, instalar un punto de recarga en una vivienda unifamiliar. Puede realizarse en un enchufe convencional con toma schuko (recarga ocasional), aunque puede usarse diariamente. La instalación debe cumplir con la norma ITC BT-52, porque debes tener en cuenta que esta conexión trabajará durante muchas horas seguidas. Es importante que sea capaz de soportar la intensidad. El precio de esta instalación puede rondar los 1.000 euros o incluso superarlos, aunque es conveniente estudiar cada caso con la empresa que vaya a realizarla.
Instalar un punto de recarga en un garaje comunitario
Si resides en una comunidad de vecinos, instalar un punto de recarga en el garaje comunitario puede resultar un poco más complicado, pero quizá no tanto como te imaginas. La Ley de Propiedad Horizontal permite a los propietarios poner en marcha una instalación sin que tenga que aprobarla la junta de propietarios. En realidad solo es preciso notificarlo por escrito a los administradores de la misma.
Si el garaje está en la misma vivienda, se puede pasar un cable desde el contador del propio domicilio hasta la plaza de garaje. Es una buena solución para que el gasto correspondiente al punto de recarga se incluya en la misma factura eléctrica de la vivienda. Si el garaje está en otra comunidad, la cosa se complica, pero es perfectamente posible: hay que solicitar a la distribuidora un punto de suministro con un contador aparte, desde el que se genere una factura eléctrica.
Buscar alternativas
Si no tenemos la posibilidad de instalar un punto de recarga, tal vez podamos mirar otras opciones. Como por ejemplo, cargar el vehículo en el trabajo. Muchas empresas ofrecen a sus empleados una plaza de aparcamiento y hoy ya existen infinidad de aparcamientos con plazas específicamente pensadas para coches eléctricos. También podemos tener a mano el mapa de puntos de recarga, como por ejemplo Electromaps. De este modo verás si los tienes disponibles cerca de tu trabajo, en tu supermercado habitual o al lado de tu casa. También puedes localizar aquellos parkings que ofrecen puntos de carga y así alquilar una plaza en ellos, en lugar de hacerlo en otros que no los tienen.
