Comprarte un casa puede ser un proceso complejo. Debes tener en cuenta muchos aspectos: primero, ver la casa que cumple con tus requisitos; segundo, que el precio se ajuste a tu presupuesto y, tercero, elegir la hipoteca. Y justo en este punto se añade una duda más. ¿Hipoteca fija o variable?
Decantarse por una u otra dependerá de varios factores. La oferta comercial, de nuestro perfil económico, nuestra forma de ser… Porque no existe ningún tipo de financiación perfecto. Desde CrediMarket.com te detallamos las principales características de las hipotecas variable.
Siguen siendo mayoritarias
En los últimos 20 años en España, las hipotecas variables han ganado terreno a las fijas. Pero desde hace un par de años, la balanza se ha empezado a equilibrar. El mantenimiento del Euríbor (principal índice de referencia en las hipotecas variables que se firman en España) en mínimos históricos, tiene mucho que ver.
De hecho, según el Instituto Nacional de Estadística (INE) en mayo de 2019, el 57,4 % de las hipotecas constituidas sobre viviendas fueron a interés variable y el 42,6 % restante, a tipo fijo. Nada que ver con lo que sucedía, durante este mismo mes, en el año 2015. Entonces, el 92,8% de las hipotecas constituidas usaba un tipo de interés variable, frente al 7,2% fijo.
Suele ser más económicas
Se suele considerar que las cuotas de las hipotecas variables son más económicas que las fijas. A día de hoy, con un euríbor bajo mínimos, es más que probable. Y es que, aunque las hipotecas fijas se estén comercializando con los intereses bajos de los últimos años, el tipo de referencia está en números rojos.
Así, tomando como base una hipoteca media de 125.000 a amortizar en 24 años, hemos calculado cuánto se tendría que pagar, cada mes, con una hipoteca a tipo fijo y un interés del 3,10 % y otra variable, con un diferencial del 1,00 % sobre el euríbor (hemos tomado como base el último valor, de julio de 2019, -0,283 %).
Hipoteca fija | 616 euros al mes |
Hipoteca variable | 473 euros al mes (hasta nueva revisión) |
Las cuotas son inestables
Cabe tener en cuenta otro aspecto. Una hipoteca es un préstamo a muy largo plazo (en ocasiones hasta 40 años) y el euríbor no se mantiene estable durante todo este tiempo. Se va moviendo en función de la evolución de los mercados y puede registrar mínimos… Pero también máximos. Su valor se revisa cada seis meses o cada año, con lo que las cuotas pueden variar para rebajarse o encarecerse con cada verificación. Vamos a hacer cálculos con la misma hipoteca y valores hipotéticos para el Euríbor:
Euríbor al 0 % (+diferencial del 1,00%) | 488 euros al mes |
Euríbor al 0,50 % (+diferencial del 1,00%) | 517 euros al mes |
Euríbor al 1,00 % (+diferencial del 1,00%) | 547 euros al mes |
Euríbor al 1,50 % (+diferencial del 1,00%) | 578 euros al mes |
Euríbor al 2,00 % (+diferencial del 1,00%) | 609 euros al mes |
Euríbor al 3,00 % (+diferencial del 1,00%) | 676 euros al mes |
Euríbor al 4,00 % (+diferencial del 1,00%) | 746 euros al mes |
Euríbor al 5,00 % (+diferencial del 1,00%) | 820 euros al mes |
Variables que son mixtas
Con todo, la gran mayoría de hipotecas variables que se comercializan en España son, en esencia, mixtas. Esto es, combinan un periodo fijo inicial y un variable (diferencial + tipo de referencia) pasado ese tiempo, que suele ser uno o dos años.
Así, los recién hipotecados no se van a poder beneficiar del valor negativo que está registrando el Euríbor.
Plazos de amortización más largos
Normalmente, la mayoría de hipotecas variables para un primera vivienda presentan un plazo de amortización de 30 años aunque, en algún caso, se puede extender hasta 40 años.
Cabe señalar aquí que, cuanto más largo sea el plazo de amortización, más reducidas serán las cuotas. Con todo, cuanto más se extienda, más intereses se tendrán que pagar.
Vinculaciones
En algunos casos, las entidades ofrecen vinculaciones, como tener que contratar un plan de pensiones, un seguro de vida o una tarjeta de crédito, a cambio de reducir sensiblemente el interés de la hipoteca. Estas bonificaciones pueden ser ventajosas, siempre y cuando te sean de utilidad: bien porque el ahorro en la cuota compensa el coste del producto bien porque les sacarás provecho.
De todas maneras, esta decisión estará basada en tus necesidades y sobre todo en el grado de vinculaciones que desees tener con la entidad.