Si has experimentado alguna, sabrás que una mudanza es un proceso complejo. Por fácil que resulte y por muy organizado que lo tengas, uno siempre se topa con algún quebradero de cabeza o incidencia. Por eso es tan importante tener las cosas claras. Por un lado, hay que sincronizar cada uno de los movimientos para sacar tus enseres, llevarlos a otro sitio, contratar una agencia que traslade los muebles, etcétera. Por el otro, tenemos la cuestión contractual.
Y es que hay muchas cosas que debes tener en cuenta antes de alquilar una vivienda más allá del contrato. Una de las más importantes es dejar el piso con las mismas garantías y la misma legalidad con la que entraste en el mismo. Por tanto, si estás pensando en dejar el piso de alquiler porque te mudas a otro inmueble, vamos a darte hasta diez consejos que son clave.
1. Avisar con antelación de que vas a dejar el piso de alquiler
Una de las primeras cosas que debes hacer es avisar al propietario del inmueble o, en su defecto, a la persona que administre vuestra relación de alquiler. Tienes que hacerlo con antelación, de modo que ambas partes podáis estar preparados para finalizar correctamente el contrato de arrendamiento. Es fundamental hacerlo, como mínimo, con 30 días de antelación e, idealmente, por escrito o mediante burofax para que quede constancia de la decisión legalmente, tal como indica el Artículo 11 de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU).
2. Entregar todas las copias de llaves al propietario del piso
Una cuestión importante tiene que ver con la entrega de llaves. De hecho, es preciso que entregues todas las copias de llaves que tengas al propietario del piso o al agente inmobiliario, según lo acordado. Esto os evitará problemas en el futuro y será imprescindible para cumplir al detalle todas las condiciones que marca el contrato de alquiler. El mismo Artículo 11 exigirá que se realice la entrega al finalizar y tendremos que señalarlo en un documento firmado por ambas partes.
3. Hacer un vídeo del estado del piso de alquiler que dejas
Es muy importante que lo hagas en el momento de entrar en el piso, pero también cuando dejes la vivienda en alquiler. Hablamos de hacer un vídeo detallado del estado de la vivienda, en la que se vea exactamente cómo estaba el piso cuando lo alquilaste y en el momento de marcharte. Es una buena manera de evitar disputas por posibles daños o por el desgaste normal que se haya producido al finalizar el contrato. Sería interesante que esto pudiera contrastarse con un inventario, también en la entrada y en la salida.
4. Reparaciones y limpieza del piso de alquiler
Aunque te marches del piso de alquiler, te recomendamos realizar cualquier reparación menor que sea necesaria y que hayas causado tú. Por ejemplo, si has roto la persiana, sería conveniente que la repares antes de que el propietario se encuentre con el problema, ya que podría estar en su legítimo derecho de quedarse con la fianza. Por otra parte, debes asegurarte de que el piso está limpio y en buen estado para terminar bien la relación con el propietario de la vivienda.
5. Revisar los plazos para recuperar la fianza del piso
Conoce los plazos y los procedimientos establecidos para la devolución de la fianza. Esta información debes consultarla en el contrato de alquiler, aunque la entrega de la fianza viene regulada por la LAU en su artículo 36. Asegúrate de que todo esté claro y documentado por escrito para evitar malentendidos. En cualquier caso, y como orientación, debes saber que el saldo de la fianza en metálico tiene que ser restituido al inquilino al finalizar el contrato. Si el propietario tarda más de un mes, tendrán que aplicarse intereses.
6. Cambiar la dirección por la de tu nuevo domicilio
Puede que estés ocupado en gestionar la mudanza y en dejar el piso con las máximas garantías, pero no debes de perder de vista las cuestiones más mundanas. Entre estas se encuentra la actualización de la dirección de tu nuevo domicilio, para que dejen de llegarte notificaciones en este piso si ya no vives en él o para modificar la que consta en tu pasaporte o DNI. Recuerda que debes comunicarlo a servicios públicos, instituciones financieras y cualquier otra entidad que consideres importante.
7. Cancelar los suministros y servicios del piso de alquiler
Asegúrate de cancelar los servicios a tu nombre, como agua, electricidad, gas, internet, etc. Es otra manera de evitar problemas futuros. Si ya no vas a vivir en ese piso de alquiler, no tiene sentido que los servicios y suministros todavía vayan a tu nombre. No obstante, ten en cuenta que en el caso de la electricidad, la mejor opción no es dar el contrato de baja, porque esto puede traer problemas al propietario. Hablad antes de tomar cualquier decisión.
8. Realizar una inspección final del piso con el propietario
Si es posible, organiza una inspección final con el propietario o agente inmobiliario. Esto permitirá abordar cualquier problema pendiente y resolverlo antes de dejar el piso, sin que ninguna de las partes se lleve sorpresas. En este momento podéis revisar el inventario y comentar cualquier cuestión que pueda surgir y resulte problemática. Es fundamental llegar a buen puerto y cerrar amistosamente vuestra relación contractual.
9. Tener a mano todos los recibos de transferencias y pagos de tu alquiler
Por otra parte, no olvides guardar y almacenar todos aquellos recibos que puedan resultarte útiles más adelante. Te recomendamos tener a mano el historial de pagos y todas aquellos documentos que te ayuden a acreditar los abonos. De este modo, podrás justificar cualquier transferencia fácilmente y agilizar la resolución del contrato de alquiler.
10. Tender la mano al propietario y facilitarle tu contacto
Si vuestra relación contractual termina, no será preciso que volváis a contactar. Pero durante las primeras semanas y meses debes asegurarte de estar localizable para que el propietario o el agente inmobiliario que se ocupa de la gestión pueda contactar contigo fácilmente. De este modo, si hay cualquier problema podréis estar en contacto.
