El Índice de Precios de Consumo (IPC) no experimentó cambios en enero respecto al mes anterior, pero subió un punto en tasa interanual, hasta el 0,5%, registrando así su primera tasa positiva tras nueve meses en valores negativos, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Esta tasa del 0,5% es una décima inferior a la avanzada a finales del mes pasado, cuando el INE situó la tasa interanual de enero en el 0,6%. En este repunte de los precios ha influido, principalmente, la subida de los precios de la electricidad y del gas, y de algunos alimentos como las legumbres y hortalizas, y el agua mineral, los refrescos y los zumos.
También ha contribuido el encarecimiento de los automóviles, del transporte aéreo de pasajeros y de las gasolinas. Además, explica el INE, los paquetes turísticos bajaron más de precio en enero de 2020 que en el mismo mes de 2021.
En tasa mensual (enero sobre diciembre), el IPC se mantuvo sin cambios en el primer mes del año tras cinco meses de avances mensuales. Por su parte, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) situó en enero su tasa interanual en el 0,4%, un punto por encima de la de diciembre.
La inflación subyacente, que excluye los alimentos no elaborados y los productos energéticos, aumentó cinco décimas en enero, hasta el 0,6%, con lo que se sitúa sólo una décima por encima de la tasa de IPC general.
El IPC de enero incluye por primera vez las nuevas ponderaciones que se han asignado a la cesta de la compra para adaptar este indicador durante este año a los nuevos hábitos de consumo derivados de la pandemia. De este modo, el grupo que más peso gana en la cesta de la compra es el de los alimentos y bebidas no alcohólicas. Pierden peso el vestido y el calzado, el transporte, el ocio y la cultura y hoteles, cafés y restaurantes, entre otros.