Nadie quiere hablar de burbuja inmobiliaria, pero lo cierto es que hay datos que nos recuerdan mucho a ella. El sector de la construcción es, nuevamente, el principal factor de ingreso de tributo a los ayuntamientos españoles. La Contabilidad Nacional revela que la recaudación en 2018 ha llegado ya al 50%, mientras que en los años previos a la crisis, esta alcanzaba un 39% del total.
Esto ha permitido que, cuatro años después de la salida de la crisis, estemos hablando de un superávit en las corporaciones de 6.292 millones de euros, que les ha permitido cumplir el objetivo de estabilidad y ha reducido su deuda. El año pasado, por ejemplo, los ingresos de los ayuntamientos por impuestos y tasas se incrementó un 3%, hasta 39.443 millones. En cambio, los tributos vinculados a la construcción alcanzaron una cifra muy superior, llegando a los 75.711 millones.
