La participación de las mujeres en el mercado de la vivienda de alquiler está siendo muy activo en estos momentos. Tanto es así que, según un estudio realizado por Fotocasa, con motivo del Día Internacional de la Mujer, ha revelado que el 60 % de las personas que han alquilado una vivienda o tienen intención de hacerlo en breve son mujeres, mientras que solo el 40 % son hombres.

Se trata de un desequilibrio importante, porque la participación de las mujeres en el mercado del alquiler se ha ido incrementando en los últimos años. En 2021, por ejemplo, en 2021 este porcentaje de mujeres inquilinas estaba en un 58 %, de modo que ha aumentado dos puntos en este período. El impulso ha estado motivado, pues, por el aumento de precio de los alquileres que se ha producido entre los años 2022 y 2023 y los cambios macroeconómicos, que también han tenido su papel.

Las mujeres más jóvenes son las que más quieren alquilar

El estudio pone la lupa en el perfil de las mujeres que quieren alquilar. Está claro que seis de cada diez personas participando en el mercado del alquiler son mujeres, pero, ¿quiénes son ellas? Pues bien, la presencia de las mujeres es alta en todos los tramos de edad, pero lo es especialmente, como era de esperar, en el tramo de las personas de 18 a 24 años: entre ellas, 8 de cada 10 mujeres quiere alquilar.

Pero, ¿qué más podemos decir de las mujeres que quieren alquilar? La media de edad de las que alquilan está en 39 años y tiene bajos ingresos. No hay que perder de vista de que 6 de cada 10 tienen entre 25 y 44 años. De hecho, la edad de las personas que quieren alquilar una vivienda ha aumentado de los 36 años en 2019 a los 39 años en 2023.

Es determinante el nivel de ingresos: la mayor parte de las personas que buscan piso de alquiler tienen unos ingresos brutos mensuales de 1.000 euros o menos. Muchos de estos demandantes están viviendo con sus padres, lo que nos da pistas sobre las dificultades que estas personas siguen teniendo para emanciparse, especialmente las más jóvenes, a pesar de la existencia de ayudas al alquiler en algunas comunidades.

La brecha entre hombres y mujeres: propietarios e inquilinos

Existe una brecha socioeconómica muy importante entre las personas que son propietarias y las que quieren alquilar. Y es que, cuando hablamos de propietarios, los porcentajes se invierten. Más de la mitad de los hombres (53 %) son propietarios, mientras que menos de la mitad de las propietarias (47 %) son mujeres.

Además, la mayor parte de propietarios son mayores de 45 años (6 de cada diez), lo que explica que la media de los propietarios esté en 49 años, hasta diez años más que la media de los inquilinos, de 39. De los propietarios, 7 de cada 10 tienen un estatus socioeconómico medio alto, cosa que no sucede en el caso de los inquilinos.

¿Qué hay de las tareas del hogar en casa?

Aprovechando el contexto de este 8M, también hemos revisado una cuestión muy importante, que tiene que ver con las cargas domésticas. Y es que tradicionalmente han sido las mujeres las que han asumido toda la parte de cuidados en el hogar. Pues bien, la brecha entre quiénes hacen las tareas del hogar sigue siendo reveladora, porque según la Encuesta de Características Esenciales de la Población y las Viviendas, publicada por el INE, el 46 % de las mujeres son las que asumen la mayor parte de tareas domésticas, frente al 15 % de los hombres. A todo esto hay que subrayar que un 16 % de los hombres reconocen no implicarse en absoluto en las tareas del hogar, mientras que solo un 6 % de las mujeres afirman no hacerlo.

Esto nos indica que, añadida a la brecha socioeconómica, las mujeres tienen que cargar con toda la parte de cuidados, tradicionalmente asumida por ellas, siendo Andalucía y Murcia las comunidades en las que más amplia sigue siendo la diferencia: siendo las mujeres las que asumen, en un 88 % de los casos, todas las tareas del hogar. Les siguen Melilla, Castilla-La Mancha, Ceuta, Baleares, Extremadura y Madrid, con porcentajes alrededor del 77 %.

Queda claro que tenemos todavía mucho trabajo por delante. A las dificultades que tienen de por sí todos los inquilinos a la hora de encontrar vivienda se suman las dificultades económicas de los más jóvenes, pero especialmente de ellas, que son las que más intenciones tienen de alquilar. Si a esto le sumamos la cuestión de las tareas del hogar, el problema se hace más amplio y cuesta arriba, si observamos que en algunas comunidades casi 9 de cada 10 mujeres son las que se ocupan casi en exclusiva del cuidado de la vivienda.