elmundo.es, Pablo Ramos, 16 de septiembre – Mientras desde el Kremlin prohíben las importaciones de algunos países europeos, si hay algo que el conflicto entre Rusia y Ucrania no ha conseguido frenar es que sus habitantes muestren afinidad por el mercado inmobiliario español. O al menos, por el momento, no de forma latente. Y es que los rusos acapararon más del 8 % del total de viviendas adquiridas por extranjeros, según datos del Colegio de Registradores de la Propiedad del segundo trimestre de 2014.
El inversor ruso con alto poder adquisitivo no ha variado apenas su comportamiento. La inmobiliaria Gilmar, especializada en casas de alto ‘standing’ principalmente, da referencias de este mercado en la Costa del Sol, donde «existen promociones cuyos precios superan el millón de euros, y en los últimos meses se han seguido vendiendo unidades a compradores de Rusia», señala Jesús Gil Marín, consejero delegado de Gilmar.
El hecho de que los rusos gasten menos se debe a la caída del rublo
Parecida percepción tiene Anna Borodina, directora de la inmobiliaria Lucas Fox en la oficina Turó Parc. «Las peticiones y compras de casas por parte de estos compradores han registrado sólo un ligero descenso», advierte. Borodina lo achaca, más que directamente a la tensión burocrática en sí, a que el valor del rublo se ha debilitado a causa del conflicto, instando a la población rusa a ser más cauta en el gasto.
Sucede lo contrario con Ucrania, un país repleto de incertidumbre, con sus habitantes «muy preocupados por la situación, con miedo a la guerra y con una necesidad cada vez más imperiosa de sacar a sus familias de allí y buscar otra residencia», lamenta Borodina. Pese a todo, esta agente inmobiliaria señala que desde su compañía han detectado «un aumento de peticiones por parte de los ucranianos, sobre todo de los que gozan de una buena posición económica» y tienen expectativas de que esta tendencia siga creciendo en los próximos meses.
Un destino atractivo para la inversión
Algunas zonas, de Barcelona principalmente, han experimentado un registro mayor de compras por parte de ucranianos. «No puede considerarse un ‘boom’ pero sí una tendencia», apunta David Scheffler, director general de Engel & Völkers en España. Por su parte, «los ucranianos que pueden permitirse este tipo de compras están sacando fondos del país para acudir a España, un lugar seguro para invertir», reconoce Scheffler, quien avisa de que el conflicto «no es positivo para el mercado inmobiliario y se traduce en una pequeña caída en la inversión rusa y un leve aumento en la ucraniana», por lo que espera que la situación «se estabilice y se llegue a un acuerdo entre ambas partes que devuelva la calma».
Los datos señalan que España siempre ha sido un destino muy atractivo para la inversión rusa porque «el clima, la gente, la comida y la cultura les atrae, es un lugar muy agradable», comenta Scheffler. Según este experto, el comportamiento del mercado se ha alterado sólo de forma ligera debido a que «es complicado retirar los fondos del país, especialmente en Rusia, ya que las autoridades están efectuando prohibiciones para evitar el blanqueo de capitales». La tensión no es positiva para el sector inmobiliario y si el conflicto no se resuelve y continúa esta tendencia «se empezarán a notar los efectos», advierte Scheffler.