elconfidencial.com, E. Sanz, 03 de mayo – Por primera vez en la historia del sistema financiero español, los bancos podrían perder dinero por prestar capital a los clientes. El euribor, referencia para el 90 % de las hipotecas que se firman en España, lleva desde el pasado mes de febrero en terreno negativo. La caída, no obstante, aún no es lo suficientemente abultada como para ‘comerse’ el diferencial de las hipotecas y dar lugar a intereses negativos.
Aunque se trata de un escenario aparentemente lejano, lo cierto es que, de producirse, se traduciría en menores ingresos para la banca, que lleva varios meses blindándose ante una situación que hace un año parecía totalmente improbable pero que, a día de hoy, nadie se atreve a descartar.
La táctica más habitual está siendo introducir cláusulas cero en las nuevas hipotecas, lo que básicamente significa que los intereses no podrán ser nunca inferiores al 0 %. Pero algunas entidades también están limitando el interés al diferencial de la hipotecas. Es decir, imaginemos un banco que ofrece una hipoteca a un euribor +1,5 %, pero con la posibilidad de reducir el diferencial al 1 % si el cliente domicilia la nómina, contrata un seguro, un plan de pensiones, etc… El interés mínimo de esa hipoteca, por mucho que caiga el euribor, quedaría fijado en el 1 %. Es decir, el banco se asegura un interés mínimo por el dinero que presta, al que no está dispuesto a renunciar.
De hecho, las entidades financieras llevan meses reiterando que no tienen la más mínima intención de pagar al cliente por prestarle dinero. Argumentan que la propia naturaleza jurídica del contrato impide que el acreedor termine pagando intereses al deudor. Es más, el propio Banco de España, de forma informal, ha ordenado a las entidades financieras que no devuelvan dinero en las hipotecas con tipos negativos.
«Que a uno le salga la hipoteca gratis, ¿qué más se puede pedir?», aseguraba hace apenas unos días Carlos Torres, consejero delegado de BBVA. «Hay quienes sostienen que el banco no debería pagar al cliente porque se desnaturalizaría el producto bancario, puesto que se transformaría de un préstamo a un depósito, mientras otros son partidarios de que el banco pague», asegura Pau A. Monserrat, director editorial del portal de finanzas personales iAhorro.com.
En su opinión, nos encontramos ante un escenario totalmente nuevo, y aboga por esperar a ver si realmente en un futuro la banca se ve obligada a pagar por prestar dinero. No obstante, y aunque se trata de casos muy puntuales, ya hay hipotecas con intereses negativos. Hipotecas por las que el cliente solamente estaría pagando el principal y recibiendo apenas un par de euros del banco en concepto de esos intereses negativos.
Luis Javaloyes, director general de Agencia Negociadora, lo tiene claro. «Las fluctuaciones en una hipoteca a tipo de interés variable deben afectar por igual a las dos partes del contrato. Si el banco ofrece una hipoteca a tipo variable y el euribor comienza a subir, el cliente paga más y el banco gana más dinero. Si por el contrario, el euribor baja, o incluso se pone en negativo, como ocurre actualmente en algunos casos concretos, no parece equilibrado ni razonable que el cliente no pueda resultar también beneficiado».
«Por tanto, las nuevas cláusulas suelo del 0 % o que el suelo sea el propio diferencial suponen un reparto asimétrico de los riesgos, que solo sería justificable si se incluyera en el mismo contrato una cláusula techo. Además, debería establecerse que el tipo de salida de la hipoteca fuera el punto medio equidistante entre el suelo y el techo», añade.
¿Son legales las cláusulas cero?
Sea como fuere, y con las cláusulas suelo de plena actualidad después del último revés judicial a la banca, y en el punto de mira de Europa, surge la inevitable pregunta sobre la legalidad de estas nuevas cláusulas. Pau A. Monserrat no ve mal que la banca fije suelos del 1 %. «Parece lógico que la banca quiera asegurarse una rentabilidad mínima por sus hipotecas. Eso sí, siempre y cuando sean transparentes, se informe adecuadamente al cliente y se le ofrezcan cuadros de amortización en los que el hipotecado pueda ver cómo le afecta realmente esta cláusula», asegura. «Lo que no tenía ningún sentido era un suelo del 3,5 % y un techo del 12 %».
«En todo caso, siempre hay una alternativa sencilla si el banco quiere evitar el riesgo de tener que soportar un euribor negativo: la hipoteca a tipo fijo«, recomienda Javaloyes, quien añade, no obstante, «que la capacidad para negociar este tipo de cláusulas depende, como siempre, de la tipología de operación y del perfil del cliente«.