Las goteras siguen siendo el principal problema de los hogares españoles. En concreto, de acuerdo con los datos recogidos por la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (UNESPA), más de la mitad (53%) de los sinestros del hogar registrados en 2019 fueron a causa de daños por aguas, seguidos por la rotura de cristales y las averías eléctricas.

“Los daños por agua son todos los daños que ocasiona el agua en un hogar”, señala María Gago, abogada del despacho Sanahuja Miranda, quien añade que deben estar causados por “elementos fijos” de la vivienda.

Esto incluye, explica la letrada, “los calentadores, electrodomésticos, los grifos o incluso acuarios” que, al sufrir una avería, pueden causar goteras y humedades no solo en la vivienda del titular, sino en los adyacentes.

Debido a esta frecuencia, Gago señala que en los seguros del hogar “siempre se incluyen inconveniencias relacionadas con estos desperfectos”. Sin embargo, el abogado advierte de que “no todas incluyen los mismos supuestos”.

De este modo, el abogado recomienda “leerse la letra pequeña de los contratos de seguros” para comprobar en qué casos de desperfecto causado por agua la aseguradora se hace cargo de los gastos asociados.

En este sentido, la abogada María Gago señala que, a pesar de que cada contrato es diferente y cada aseguradora ofrece pólizas distintas, por lo general no suelen cubrir «los daños directamente producidos por fenómenos meteorológicos”, como inundaciones o aludes por lluvias.

Además, las aseguradoras no se hacen cargo de aquellos daños que estén causados por un mal mantenimiento de la vivienda. “Si la casa no cumple con los estándares de seguridad que establecen los contratos, no se aplicará el pago”, apunta la abogada.

Los seguros se encargan, por lo tanto, por lo general de la cobertura de “los sucesos accidentales”, como “dejarse los grifos abiertos”, así como los desperfectos más genéricos.