La Garrotxa es tierra de volcanes. Sus vecinos conviven con nada más y nada menos que 40 picos de volcanes extinguidos. De ahí que durante mucho tiempo, los más curiosos y por supuesto los aficionados a la geología y la vulcanología hayan pasado por allí para disfrutar de la gran cantidad de rutas que hay organizadas para descubrir estos incomparables paisajes naturales. En la zona hay infinidad de casas, masías y negocios rurales que acogen cada temporada muchos turistas y viajeros dispuestos a descubrir el misterio que encierran estos antiguos volcanes.
En el último puente, allá por el mes de noviembre, muchas familias aprovecharon para conocer la zona, en parte gracias al interés que ha suscitado la erupción del volcán de La Palma, tras dos meses de actividad. Y sumando. Hoy nos hemos dado paseo por La Garrotxa para descubrir, entre pequeños pueblos y parajes naturales, una masía tradicional que te encantará. Se trata de una vivienda perfecta para cualquiera que quiera vivir alejado del mundanal ruido, pero también para aquellos que estén pensando en invertir. ¿Te animas a pisar tierras volcánicas?
Una preciosa masía del siglo XVII reformada
La vivienda está situada en un paraje natural, entre montañas, volcanes y prados verdes, entre las localidades de Sant Esteve de Llémena y Sant Aniol de Finestres. Verás que son dos municipios con muy pocos habitantes, de modo que este lugar es perfecto para disfrutar de una vida en calma y silencio. Aunque también es idóneo si lo que estás buscando es una casa especial para alquilarla, organizar eventos o actividades en plena naturaleza.
La construcción tiene mucha historia. La primera construcción está fechada en el siglo XVII, aunque lo cierto es que a lo largo de estos años la casa ha experimentado varias reformas. Esto hace que esté lista para entrar a vivir. Tiene 1.379 metros cuadrados de extensión, así que es una casa inmensa, preparada para alojar a muchas personas. De hecho, consta de un total de ocho habitaciones y seis baños, además de un inmenso jardín para pasear y hacer actividades al aire libre.
La esencia de la tradición en los materiales
Las reformas que se han llevado a cabo a lo largo de los años han respetado al máximo la construcción y los materiales con las que esta había sido forjada. Así, nos encontramos con un suelo de baldosas muy bien restaurado, además de bigas de madera, puertas, ventanas y otros detalles arquitectónicos muy bien conservados. Esto hace que, entre la decoración y la iluminación, las salas de estar, las habitaciones y el resto de estancias tengan un aire único, acogedor y cálido. La cocina es amplia, bonita y está completamente equipada. Además, todas las habitaciones son dobles, con espacio de sobra para acoger a invitados.
En la parte exterior, además de espacio para pasear, hay zonas preparadas para celebrar comidas al aire libre, descansar o hacer tertulia. También hay piscina y zonas habilitadas para disfrutar del sol y los baños a tutiplén.
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