No todas las casas que se venden están listas para entrar a vivir. Algunas son grandes oportunidades, pero necesitan una reforma para brillar. Es el caso del poblado rural que visitamos esta semana. Su diseño y ubicación nos han dejado impresionados, porque estamos ante una antigua construcción situada en la localidad de Camarasa (Lleida) que tiene encanto y muchas posibilidades. Algo así como un diamante en bruto, al que merece la pena darle una oportunidad.
Lo primero: fíjate en sus vistas, porque te dejarán impresionado. Esta casa es un tesoro porque está situada en un paraje natural bellísimo, frondoso y repleto de árboles centenarios. Desde aquí uno puede contemplar el fluir del agua limpia y cristalina del río Segre, afluente del Ebro, escuchar el sonido del agua y de los pájaros. Pero esto no es todo lo que nos ha dejado boquiabiertos.
En realidad, lo que han puesto a la venta los propietarios de este complejo es un poblado rural de antigua construcción, con siete casas situadas en diferentes superficies y varias construcciones anexas. Consta, además, de piscina propia, pista de tenis, jardines, zonas de bosque y huertos, para dar rienda suelta al alma rural que todos llevamos dentro.
Una oportunidad magnífica para regresar a los orígenes
La construcción de este poblado rural se llevó a cabo, en su mayoría, en torno a 1930. Ha pasado casi un siglo y las casas siguen en pie, en una ubicación privilegiada, a la espera de ser habitadas de nuevo. La mayoría de ellas conservan parte de los elementos que las hacen características. Y aunque son sencillas, guardan un encanto sin par, que merece la pena ser preservado y realzado. Son preciosos los ventanales, el porche y los detalles hechos en metal y madera.
Todos y cada uno de estos elementos tienen que ser restaurados, pero ¿cómo dejar escapar la oportunidad de darles una segunda vida? La inversión puede ser costosa, cierto, pero sus propietarios actuales recomiendan la compra como una inversión, puesto que este es un paraje perfecto para abrir un negocio turístico rural. La casa principal puede funcionar perfectamente como espacio central para el alojamiento o la restauración, aunque disfrutar de unos días de calma en cualquiera de las casas del poblado puede ser muy auténtico.
Un poblado rural a un paso del Montsec
Las viviendas de este poblado rural están situadas en un enclave privilegiado, la localidad leridana de Camarasa. Pero es que además, a muy pocos kilómetros está un paraje natural incomparable: la Sierra del Montsec. Está protegida desde 1992 por la Generalitat de Cataluña, a través del Plan de Espacios de Interés Natural (PEIN). Esta sierra, visitada todos los años por miles y miles de turistas y senderistas, es una cordillera calcárea de unos 40 kilómetros de largo y una superficie de casi 187 kilómetros cuadrados.
Su accidentada topografía lo convierte en un lugar más impresionante, si cabe. Aquí están ubicados varios yacimientos paleontológicos que han ofrecido a los estudiosos descubrimientos sin parangón. Así, no es extraño que tantas personas vengan de todos los puntos de la geografía para desfilar por sus travesías, por Terradets, Sant Esteve de la Sarga y Àger, un lugar desde el que disfrutar, por cierto, de noches astronómicas sin par.