Una vivienda puede pertenecer a más de una persona. Esto suele pasar cuando, por ejemplo, una pareja decide comprarse una propiedad de manera conjunta o cuando dos o más personas aceptan la herencia de una vivienda. Es lo que comúnmente se conoce como copropiedad o multipropiedad.

En el caso de la herencia, es habitual que haya discrepancias al respecto, cuando alguno de los herederos quiere vender el piso y otros no lo contemplan. Descubrimos qué soluciones hay en estos casos y si es posible o no vender una parte de la vivienda si la otra se niega a hacerlo.

¿Es posible vender una vivienda heredada?

Cuando dos o más personas son propietarias de una vivienda y, por lo tanto, sólo “disponen de una parte”, no tendrán pleno derecho sobre ella, sino sobre la parte que les corresponde por herencia en cada caso (generalmente, a cada uno le tocará la misma parte porcentual de la propiedad). Es lo que el artículo 392 del Código Civil reconoce como proindiviso o comunidad de bienes.

Según el Código Civil, el proindiviso o comunidad de bienes hace referencia al derecho de propiedad y conlleva que un bien -en este caso una vivienda- pertenece a más de una persona y, por lo tanto, ninguna de ellas tiene pleno derecho sobre ella. Esto significa que cuando haya que tomar decisiones sobre cualquiera de los aspectos que la atañen se deberá contar con la aprobación de todos los propietarios.

En un proindiviso o comunidad de bienes varias personas poseen un bien, que en este caso, es una vivienda. Si se trata de un heredero que es copropietario de un inmueble y no quiere vender su parte el resto no podrán obligarle a hacerlo, como tampoco se puede obligar a una persona a seguir en una copropiedad si no quiere. Sin embargo, hay varias opciones a las que pueden recurrir para encontrar una posible solución o acuerdo, que veremos más adelante.

Por lo tanto, si somos propietarios de una parte de una vivienda heredada tenemos varias alternativas para venderla aunque el resto de propietarios no quieran. Pero nunca nos podrán obligar a hacerlo, ni tampoco nosotros podremos obligar al resto a vender si ellos no quieren

¿Es posible vender una parte de una vivienda heredada?

Si nos dejan en herencia un piso a medias y el otro no quiere vender tenemos varias opciones para poder vender la nuestra.

Una de las partes compra la otra (extinción de condominio)

Es probablemente la opción más habitual y la más sencilla, siempre que la parte compradora disponga del dinero suficiente para adquirir la otra u otras. Si somos nosotros quienes, por ejemplo, queremos vender podemos ofrecerle al otro heredero, en el caso de que sólo hubiera uno, que nos compre nuestra parte de la vivienda para que él pase a ser el único propietario.

Es lo que se conoce como extinción de condominio. Según recoge el Código Civil, a través de esta opción “una de las partes cede la propiedad de la vivienda a la otra a cambio de una contraprestación que suele ser de carácter económico”.

Solicitud o acto de conciliación a través de un mediador

Otra de las posibilidades que tenemos es la de conciliar la venta de la propiedad a través de un mediador profesional -generalmente se trata de un abogado-, que trabajará para que todos los propietarios lleguen a un acuerdo. Mediante este, la persona que quiere vender su parte deberá presentar al resto la solicitud de acto de conciliación. Es la mejor opción para evitar tener que ir a la vía judicial, siempre que se llegue a un pacto.

Un tercero compra la parte de quien quiere vender

En el caso de que el otro -u otros- propietario no pueda o quiera comprar la parte de la casa que se quiere vender, existe la posibilidad de recurrir a empresas o inversores que la adquieran. En este caso, la empresa o inversor pasará a ser el propietario de esta parte del inmueble.

División judicial de la cosa común

Si los propietarios no consiguen llegar a un acuerdo de manera amistosa, deberán acudir a los tribunales. En este caso, el propietario que quiera vender su parte deberá interponer lo que se conoce como un contencioso de división judicial de cosa común (la herencia), que acabará en una subasta del inmueble y, posteriormente, en la repartición del dinero obtenido.

Sea como fuere, al poner a la venta una parte de una propiedad es necesario acudir a un abogado y/o notario, para estar bien asesorados en todo el proceso y que nos ayude a elegir la opción más conveniente en cada caso.