Si estás pensando en pintar las paredes de tu casa para darles un aire totalmente renovado puede que te estés planteando si da igual el tipo de pintura que elijas o, incluso, si puedes aprovechar la que usaste para pintar la terraza o el balcón. Pues bien, debes saber que hay bastantes diferencias entre ambas que hacen que no siempre se puedan usar pinturas de exterior en interior, y viceversa. Te contamos todo lo que debes saber al respecto.
¿Qué diferencias hay entre la pintura de interior y la de exterior?
Para poder entender por qué no siempre es posible usar un determinado tipo de pintura para ciertos espacios es importante conocer las diferencias que hay entre la de interior y la de exterior.
Características de las pinturas de exterior
Como es lógico, las pinturas para exteriores suelen estar formuladas con compuestos específicos que permiten resistir ciertas condiciones climáticas, como la lluvia, la humedad, el sol, los cambios bruscos de temperatura, la sal si se trata de una terraza cerca del mar, etc.
Es decir, contienen sustancias especiales para aumentar su durabilidad y resistir a todas estas condiciones adversas, así como a los hongos y las filtraciones de agua y humedad, para lo que suelen contener resinas sintéticas y vinílicas.
Características de las pinturas de interior
Por su lado, las pinturas de interior suelen ser menos tóxicas, ya que están hechas a base de componentes pensados para espacios con menos ventilación, se suelen aplicar más fácilmente, puesto que son menos densas, y se secan también más rápidamente. Su acabado suele ser más brillante, dado que en ellas la estética prima ante la durabilidad y se presentan generalmente en más colores y texturas.
Además, están pensadas para soportar el roce y el desgaste, y para limpiarse con facilidad, por lo que suelen estar hechas a base de agua, aceites y barnices. Algunas de ellas también están hechas a base de componentes antihongos y antimoho.
¿Qué ocurre si pintamos dentro con pintura exterior?
Por todo lo que acabamos de comentar, en la medida de lo posible es recomendable usar pintura de interiores para pintar el interior de nuestra casa. En primer lugar, porque está más preparada para ello y, en consecuencia, nos proporcionará un acabado más adecuado en cada caso.
Además, las pinturas de interior suelen presentar más diseños, colores y texturas, por lo que son más versátiles, y están hechas con compuestos que protegen de los roces y las rayaduras, por lo que son más fáciles de limpiar en caso necesario.
Pero quizás lo más destacable es que si bien tienen componentes químicos, éstos están pensados para que no pase nada si no podemos ventilar las estancias adecuadamente o si tenemos que “respirar” la pintura. En cambio, las de exterior son más fuertes, y al estar formuladas con compuestos específicos que permiten resistir ciertas condiciones climáticas pueden resultar perjudiciales para nuestra salud, al no estar pensadas para espacios interiores.
¿Qué ocurre si pintamos fuera con pintura interior?
Igual que en el caso anterior, es recomendable usar pintura de exterior para pintar las paredes de fuera de nuestra casa. En este caso no se trata tanto de cuestiones de salud debido a los componentes tóxicos sino de durabilidad, dado que las pinturas de interior no tiene la resistencia que tienen las exteriores y, por lo tanto, es posible que no aguanten a la lluvia, al sol, a los cambios de temperatura, a la humedad, etc.
Así pues, a diferencia del caso anterior, que puede resultar perjudicial para nuestra salud, en este caso el problema radica en que probablemente no resistirá demasiado tiempo, por lo que habremos destinado esfuerzo y dinero en una pintura que no servirá para lo que queremos, que es que las paredes de nuestra terraza o balcón luzcan espectaculares y potencien la decoración y el diseño de nuestra casa.
Además, tampoco protegerá las paredes de posibles filtraciones de agua o de humedades y hongos, por lo que de nuevo deberemos recurrir a pinturas de exterior, que sí lo suelen hacer.
En cualquier caso, es importante tener presente las características particulares de cada una de ellas y de las paredes que queremos pintar, para no equivocarnos al elegir la más adecuada en cada caso.