Pocas cosas tienen tanto encanto como una casa con antiguos mosaicos hidráulicos. Son una rara avis, pero muchas veces, cuando compramos una casa para restaurarla o heredamos la vivienda de nuestros abuelos o tíos, nos encontramos con ellos. Pero, ¿qué son exactamente? ¿Vuelven a ser tendencia? ¿Vale la pena restaurarlos y recuperarlos? ¿Cómo se pueden integrar en una decoración actual? Te contamos todos los secretos de los mosaicos hidráulicos, a continuación.
¿Qué son los mosaicos hidráulicos?
Quizá no sepas exactamente qué son y cómo se fabrican, pero en cuanto los veas sabrás a qué nos referimos. Los mosaicos hidráulicos no son otra cosa que baldosas o azulejos decorativos, fabricados con cemento pigmentado y típicamente españoles. De hecho, los inventamos aquí a mediados de siglo XIX y se usaron durante muchos años como pavimento en las construcciones. Tanto es así que hasta podemos encontrarlas en viviendas construidas en los años 60 de nuestro siglo. ¿Su particular característica? Que se fabricaban en moldes (también llamados trepas) que sirven para aplicar los colores. Luego estos son fijados en el cemento con una prensa hidráulica. De ahí el nombre que los ha hecho famosos.
¿Vale la pena restaurarlos y recuperarlos?
Puede que años atrás, cuando uno se disponía a restaurar una vivienda, prestara poca o nula atención a este tipo de pavimento. Sin embargo, y debido a la rareza y belleza de este tipo de suelos, cada vez son más los restauradores que se ocupan y preocupan de la restauración de estos pavimentos únicos, integrándolos plenamente en las reformas de las viviendas de hoy. Por tanto, si el estado del mosaico hidráulico no está deteriorado en exceso, siempre podremos darle una segunda oportunidad.
Hay productos especialmente pensados para proteger este tipo de suelos. De hecho, aquí puedes encontrar instrucciones paso a paso, con una selección de líquidos específicos para pulir (SANIGEL de Monestir), abrillantar (BELLATRIX de Monestir) y proteger (CERA NOBLE LÍQUIDA de Monestir). El proceso es lento y requiere una gran dosis de esfuerzo y dedicación, para recuperar todas y cada una de las baldosas. El resultado puede ser sencillamente increíble.
¿Cómo se pueden integrar a una decoración actual?
La integración de este tipo de baldosas hidráulicas con una decoración actual puede ser compleja, pero no imposible. Tras las tareas de restauración es importante tener en cuenta que este tipo de mosaicos pueden ser un tanto recargados, de modo que es imprescindible elegir para el resto de la estancia colores neutros, que combinen con el color predominante de la estancia.
De este modo, si el suelo hidráulico tiene tonos rosados, podemos elegir un beige que predomine en las paredes y por supuesto con el mobiliario. En este caso hay que olvidarse de las estridencias. Lo que conseguiremos será hacer destacar las baldosas y, al mismo tiempo, disfrutar de un espacio agradable y sosegado.
