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Un palacete modernista del siglo XIX

Todas las casas tienen historia. Pero hoy estamos a las puertas de un palacete modernista del siglo XIX con más de cien años de vivencias entre paredes. La vivienda que queremos mostrarte está situada en el casco antiguo del Masnou, en el Maresme, cerca de Barcelona. Justo a cien metros de las playas y al lado del puerto deportivo.

Pero, ¿de qué tipo de casa estamos hablando? Esta vivienda tiene mucha historia. A finales del siglo XIX la familia propietaria encargó la reforma de su casa al arquitecto Gaietà Buïgas, conocido por haber planificado la Casa Benéfica y el monumento a Colón de Barcelona. En la fachada encontramos ya elementos decorativos propios del modernismo. Una riqueza decorativa sin par, con motivos florales y geométricos, que enmarcan las aberturas, esgrafiados de guirnaldas bajo la cornisa y una balaustrada calada.

Digamos que el palacete cuenta con todas las delicias arquitectónicas que los catalanes que habían hecho fortuna en las Américas pudieron costearse. Y que tanto caracteriza el desarrollo del modernismo en esta comunidad. Hoy esta casa es un palacete magnífico, a la espera de un nuevo propietario que le aplique las reformas necesarias y lo convierta en su residencia o en un negocio de hotelería o restauración.

Un palacete para ser habitado

Es verdad que muchas de las estancias de este palacete modernista tienen que ser reformadas. Sin embargo, el hecho de que se haya residido en ella hasta hace bien poco, convierte esta casa tan especial en un lugar perfecto para entrar a vivir desde ya. La construcción tiene nada más y nada menos que 610 m2, complementados por una parcela con una superficie de 310 m2.

Consta de diez habitaciones, aunque podrían ampliarse sin problemas. Consta de suelos con baldosas hidráulicas que podrían aprovecharse para dotar de mayor autenticidad la reforma, un patio delantero de 60 m2 y calefacción de gas. A todo esto, hay que indicar que la casa se vende completamente amueblada (aunque es opcional), lo que otorgará a sus nuevos propietarios la posibilidad de adquirir muebles de época para aprovecharlos o restaurarlos.

Una distribución muy completa

El palacete cuenta con una distribución perfectamente compatible con un uso particular. En la planta baja, por ejemplo, encontramos el recibidor, una gran sala de estar, tres habitaciones, un despacho, un baño completo, tres baños más pequeños, un comedor, una cocina con comedor particular y un cuarto de máquinas.

En la primera planta encontramos hasta cuatro dormitorios, un distribuidor, un comedor, una cocina, la azotea y la lavandería. En la segunda planta hay dos dormitorios, un distribuidor amplio y dos cuartos de servicio. Frente a la casa, un patio ajardinado y espacio para plazas de aparcamiento a cien metros de distancia.

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