Segovia y su Acueducto son Patrimonio de la Humanidad desde 1985, según la UNESCO. Y no es para menos. Al inconmensurable encanto del Acueducto, que es una de las construcciones romanas más soberbias que se han construido jamás, hay que sumar el enorme patrimonio artístico, cultural y arquitectónico de esta ciudad castellana, que la hace encantadora y única. Tanto para visitarla como para vivir.
La vivienda que hoy te presentamos está justamente en el barrio de la Judería de Segovia. Y no hay más que andar las calles del casco antiguo de la ciudad para sumergirse de lleno en la historia y la cultura sefardí. ¿Sabías que estas calles albergaron una de las comunidades judías más numerosas de la corona de Castilla? Hoy su entramado urbanístico se conserva prácticamente intacto y este dúplex que queremos mostrarte respeta, tanto en su arquitectura como en su interior, la herencia de sus antepasados.
Un edificio único sobre la muralla de la ciudad
Vivir en esta casa es hacerlo en un lugar con mucha historia. No en vano, el piso (que es un dúplex) está situado en un edificio del siglo XV, aunque a lo largo de los años, como es lógico, ha sido rehabilitado en distintas ocasiones. Asentado sobre la muralla sur de la ciudad, en la calle de Santa Ana, su acceso principal está en Postigo del Sol. Para llegar hasta la propiedad podremos hacerlo a pie, tan solo un par de minutos, desde la Catedral de Segovia o la Antigua Sinagoga Mayor.
Junto a estas construcciones históricas también está la esencia de la ciudad. Allí se aúnan comercio, ocio y gastronomía hasta llegar a la Plaza Mayor, uno de los espacios más emblemáticos de esta ciudad Patrimonio de la Humanidad. La vivienda que veremos a continuación está situada en la segunda planta del edificio, a la que se puede acceder con ascensor o escalera. ¿Te apetece descubrirla por dentro? ¡Te encantará!
Luz y vistas a la Catedral de Segovia
Entramos en la vivienda y lo hacemos por la planta principal. Hay que atravesar un recibidor que cuenta con un armario empotrado y accedemos a la cocina, con espacio para despensa y lo suficientemente amplia como para cocinar con tranquilidad. En esta misma planta hay un baño completo con plato de ducha, un dormitorio (que también podría usarse como despacho) y un salón comedor. ¿Qué tienen de especial estas estancias? Pues que además de estar construidas y decoradas con mucho gusto, cuentan con vistas directas a las cúpulas renacentistas de la catedral de Segovia, al Centro Pedagógico de la Judería, que en su momento fue la casa de Abraham Senneor, rabino, banquero y político en Segovia.
Y hay otra cuestión importantísima: la luz. Al despacho y al salón comedor, orientados al sur y con unas vistas despejadas, cuentan con una gran luminosidad que hará los días de los nuevos inquilinos mucho más agradables. Además, al contar con unos ventanales de suelo a techo, que ocupan toda la fachada, es posible disfrutar de unas magníficas vistas a la sierra de Guadarrama y el Pinarrillo, el Cementerio judío de Segovia.
Un gran salón de estar distribuidor en la segunda planta
Las escaleras nos llevan a la segunda planta y nos ofrecen más espacio, en este caso para disfrutar de un segundo salón de estar central, que distribuye el resto de estancias. Se trata de un espacio abuhardillado, con espacios de almacenaje, luz natural y una buena ventilación. En esta planta hay cuatro habitaciones y un baño completo, en este caso con bañera. Dos de los dormitorios, que son los más amplios, disponen de armario empotrado.
Los otros dos, de menor tamaño, cuentan con la particularidad de unos ventanales a ras de suelo, que ofrecen más luminosidad y distintas posibilidades. Porque en caso de no necesitar tantas habitaciones, estos espacios podrían reconvertirse en despachos u otras estancias.
Más de 170 m2 y buenas calidades
La casa es grande. Tiene 170 m2, que de distribuyen del siguiente modo: 82 m2 construidos en la planta principal y 89 m2 construidos en la segunda planta. La última reforma se realizó hace 15 años, de modo que, aunque pueden hacerse pequeñas reformas y adaptaciones al gusto del propietario y según las necesidades de la familia. Los paramentos, salvo en los baños y la cocina, están pintados sobre la pared lisa. Todos los suelos de la casa son de tarima de madera, exceptuando también la cocina y los baños, que cuentan con suelo cerámico.
Toda la carpintería interior es de madera y la exterior combina el PVC con la madera. Consta de cristales Climalit, ventanas y ventanales con apertura abatible. Salvo pequeños detalles que pueda cambiar el nuevo propietario para tener la casa a su gusto, la vivienda es perfecta para entrar a vivir y disfrutar.