elpais.com, Camilo S. Baquero, 03 de septiembre – Ponteaga, el holding de Amancio Ortega, y el constructor catalán Lluís Cases han desencallado una vieja operación inmobiliaria en la milla de oro de Barcelona, específicamente en la manzana comprendida por paseo de Gràcia, Gran Vía, Pau Claris y Caspe. El resultado será que Zara ampliará su tienda hasta convertirla en una de las más grandes del mundo y Cases reformará el hotel Barcelona, sobre el desaparecido cine Novedades, para habilitarlo como un establecimiento de lujo. Una portavoz de Inditex aseguró que la empresa no hará ningún comentario sobre la operación, pero varias fuentes inmobiliarias y otras cercanas al proyecto dan el acuerdo por cerrado.

A pesar del teórico acuerdo al que han llegado los partes, desde el Ayuntamiento de Barcelona se insiste en que no se ha solicitado ninguna licencia de obras y que tampoco hay algún documento de este tipo en trámite. Una portavoz del Consistorio explicó que algunos de los inmuebles involucrados aún tienen contratos de arrendamiento vigentes, por lo cual hasta que no se extingan no se podría llevar a cabo la operación. Todo estaría pues pendiente de una reparcelización, que también afecta a un aparcamiento ubicado en la misma manzana. Las fuentes cercanas al proyecto dicen que esperan comenzar a trabajar antes de finales de este año.

El anterior Gobierno de Jordi Hereu (PSC) llevó al pleno del 17 de diciembre de 2010 la aprobación de un plan especial de mejora urbana que afectaba las edificaciones del número 1 al 13 de la calle de Casp. Estas fincas, de 4,900 metros cuadrados, son propiedad de la Fundación Privada Llegat Roca i Pi, que usan el usufructo en labores sociales. El derecho de superficie es de Drassanes 30 SLU, propiedad de Cases. El plan aumenta ligeramente el techo. Si Ponteaga y Cases mantienen la volumetría y los usos de dicho planeamiento —que también incluía unas galerías comerciales— solo tendrían que solicitar la licencia de obras para iniciar el proyecto.

El Eixample ganaría un interior de ‘illa’ con la operación inmobliaria

El documento aprobado en 2010 especificaba que todas las obras ascenderían a 50 millones de euros, incluyendo una urbanización de 734 metros cuadrados, que se corresponden a un nuevo interior de illa que lograría la ciudad. En total sería la construcción de cinco plantas y una sobre rasante.

Zara, por su parte, ganaría 4.000 metros cuadrados adicionales a su tienda de la esquina de paseo de Gràcia con Gran Vía, que ahora cuenta con 2.500 metros. Esta nueva área resultaría de la utilización del cine Novedades, que se encuentra en desuso desde hace unos ocho años.

La multinacional de la moda ya había comprado el edificio donde se encuentra y una parte del teatro. De hecho, las prendas entran al almacén de paseo de Gràcia por la puerta del Novedades. La tienda quedaría como una de las más grandes del mundo y sería mayor que la de la calle de Serrano en Madrid.

El hotelero Joan Gaspart es arrendatario del suelo donde está ahora el hotel Barcelona y fuentes cercanas a la negociación aseguran que ya hay un pacto con él para que deje el inmueble. Husa, la cadena de Gaspart, pasa por graves problemas económicos y de hecho en junio se pactó un expediente de regulación de empleo (ERE) que contempla el despido de 369 empleados y afecta a once hoteles y los servicios centrales de la cadena.

Estas mismas fuentes aseguran que aún no hay ningún acuerdo con una cadena hotelera —en algún momento se llegó a sugerir que allí abriría la americana Four Seasons— para que asuma la gestión del nuevo establecimiento de lujo. Lo que sí es seguro es que el proyecto que se desarrollará será el firmado en 2010 por el premiado arquitecto Josep Llinàs, autor de equipamientos como la biblioteca Jaume Fuster de Lesseps. Su elemento más destacado es una caprichosa cubierta que dialoga con las cúpulas de la vecina casa Rocamora.