Un total de 104 municipios españoles de la costa (71%) incrementaron el precio medio de sus viviendas entre el primer trimestre de 2017 y el primer trimestre de 2018, mientras que en el mismo periodo del año anterior solo se registraron incrementos en 87 municipios costeros, según se desprende del informe ‘Vivienda en la Costa 2018’ realizado por Tinsa.
Para Tinsa, la recuperación progresiva en el mercado de la vivienda vacacional en España se ha traducido en una aceleración de los precios en enclaves como la Costa del Sol, Baleares y Canarias, y en el comienzo de un cambio de tendencia en positivo en Huelva, Granada, Tarragona, la Manga del Mar Menor, Almería o el Sur de Pontevedra.
Las zonas donde se han registrado los crecimientos más intensos en el último año son Mallorca, Ibiza, Lanzarote, Fuerteventura y ciertos municipios de Pontevedra, Huelva, Alicante y Málaga. En concreto, el mayor incremento se ha registrado en Sanxenxo (Pontevedra), seguido de Sóller (Mallorca) y Arrecife (Lanzarote), con subidas del 24,6%, del 21% y del 17,8%, respectivamente.
«Mientras que en algunos casos la revalorización experimentada por la vivienda responde a la consolidación de la recuperación del mercado de vivienda vacacional, en otras ubicaciones, como pueden ser ciertos enclaves de Huelva o Pontevedra, el incremento refleja un cambio de tendencia tras un periodo prolongado de ajuste», según Tinsa.
El expertos también apuntan que en algunos mercados pueden existir diferencias entre la tendencia mostrada por la estadística de precios y el comportamiento específico del segmento de vivienda vacacional. Sin embargo, consideran que «el segmento vacacional está estabilizado».
Ibiza, Sitges y Calvià, los enclaves más caros
El informe también pone de relieve que los precios medios más caros se dan en Baleares y Cataluña. De hecho, a la cabeza, como la región costera más cara, se sitúa Ibiza (3.527 euros por metro cuadrado), Sitges (3.252 euros), Calvià (2.888 euros), Castelldefels (2.738 euros) y Gavà (2.276 euros).
Por el contrario, las ubicaciones más baratas se encuentran en Murcia y la Comunidad Valenciana. En concreto, destacan Borriana (710 euros), La Unión (744 euros), Almazora (753 euros), Gandía (799 euros) y Benicarló (829 euros por metro cuadrado).
En más del 51% de las zonas, la previsión de los expertos es que los valores evolucionen al alza, frente al 42,9% donde prevén que haya una estabilización.
El stock se absorbe «progresivamente»
Respecto al stock de vivienda nueva (obra finalizada a partir de 2008), los expertos consideran que se está absorbiendo «muy progresivamente». «Si el año pasado en un 5% de las zonas se apuntaba que el stock era muy abundante, ahora esa situación se reduce a un 1,6%, principalmente en el sur de Castellón», ha apuntado Tinsa.
En un 47,7% de las zonas se apunta que existe un nivel medio de stock, mientras que en la mitad de ellas la oferta sería asumible a corto plazo. En esta línea, los expertos creen que la digestión de la sobreoferta «llevará» un periodo de tiempo más prolongado en las costas de Tarragona, Castellón, Galicia, Cantabria e islas menores de Canarias.
Por el contrario, el stock es «prácticamente inexistente» en el 19% de las zonas, sobre todo en Ibiza, Conil y Traifa (Cádiz), Fuerteventura, Lanzarote, el sur de Gran Canaria y la costa vasca.
El mercado recupera el pulso «lentamente»
Según Tinsa, las islas Canarias, Mallorca e Ibiza, la Costa del Sol, el Norte y Sur de la provincia de Alicante, la costa gaditana entre Tarifa y Conil, el Maresme y alrededores de Barcelona son las zonas donde el mercado de vivienda muestra «claros signos» de recuperación.
El informe también pone de relieve que Guipúzcoa también ha mostrado signos de recuperación, pese a ser un mercado «atípico», donde se confunden la primera y la segunda residencia. Además, señala que el mercado ha ido recuperando el pulso «lentamente».
De hecho, en la mitad de las zonas analizadas ya se ha iniciado la constitución de nuevos proyectos de vivienda. Sin embargo, en la costa coruñesa, Asturias, Cantabria, Algeciras y el norte de Tenerife muestran una reactivación «más retrasada».