Andábamos buscando un refugio para olvidarnos de todo y escapar del mundanal ruido y lo hemos encontrado. Para disfrutar de él, eso sí, desde la península hay que desplazarse lejos. Aunque no tanto como puedas imaginar, porque la casa que queremos presentarte está en la isla de La Gomera, en Canarias.

En realidad estamos hablando de un refugio. Una vivienda muy especial a la que se llega a través de la carretera de la Cumbre, la única comunicación que existía entre la capital de la isla, Valverde, y el municipio de Frontera, cuando todavía no existía el túnel de Los Roquillos.

En esta misma carretera, a tan solo diez minutos de Frontera, se encuentra el camino secreto que llega a esta finca. Es un refugio mágico, que podría encajar a la perfección con una pareja que quiera aislarse durante las vacaciones o que esté interesada en teletrabajar desde una casa de pueblo o, mejor dicho, un lugar en calma. Cuando veas cómo es por dentro te quedarás con la boca abierta. Y no es para menos: garantizado.

No es lo que parece: una finca con más de 24.000 cuadrados de vegetación en La Gomera

No es lo que parece, ni parece lo que es. Esta casa situada en la isla de La Gomera es una especie de refugio que pasa desapercibido ante los ojos de cualquiera. Solo los más curiosos se darán cuenta que se trata de una casa camuflada en la naturaleza, construida con profundo respeto a la inclinación de la montaña. Y lo cierto es que podría pasar inadvertida, gracias a sus más de 24.000 metros cuadrados de vegetación.

En sus parajes podemos encontrar árboles frutales, viñas y naturaleza pura. De hecho, la edificación está completamente integrada en el entorno, gracias a su fachada de piedra. En los últimos años, además, ha sido reformada y rehabilitada preservando de manera expresa algunos elementos de la construcción original. Consta de un antiguo almacén que actualmente se usa para guardar la leña y los aperos.

Una casa en La Gomera con cristalera y vista a todo el Golfo

La sala de estar que nos recibe cuenta con una gran cristalera de aluminio con vistas a todo el Golfo. En este mismo espacio encontramos una chimenea de leña, la cocina independiente con capacidad para más de diez personas (ideal si uno quiere invitar a familiares y amigos) y una barbacoa antigua, que se conserva de antaño.

Las dos habitaciones de la vivienda cuentan con un sistema de calefacción de estufas de gas, para los días más fríos. Para abastecerse de electricidad, la casa tiene habilitado un almacén con doce baterías y ocho placas solares, además de un tanque adaptado con 13.000 litros de capacidad para el agua potable.

Está en un entorno maravilloso. Con vistas desde el Roque de Salmor hasta la playa de Arenas Blancas. Y lo mejor de todo: tiene infinitas posibilidades. Es, qué duda cabe, un entorno ideal para vivir alejados del ruido y del trasiego cotidiano de la gran ciudad. Si quisieras, podría ser tuya por 350.000 euros. ¿Te lo imaginas?