A todos nos ha pasado alguna vez: ducharnos y que el agua del plato se escape al resto del baño. Más allá de lo incómodo que resulta que esto ocurra dado que deberemos limpiar el desastre, debemos tener en cuenta que si pasa a menudo puede llegar a dañar el suelo, la puerta y el mobiliario del baño, e incluso causar filtraciones y humedades.
Por ello desde habitaclia te traemos una serie de soluciones baratas y eficientes para que esto no vuelva a ocurrir, puedas ducharte con total tranquilidad y, además renueves tu baño. ¡Toma buena nota!
Cambia la cortina de ducha por una mampara o puertas
Siempre que sea posible, es recomendable sustituir la cortina de la ducha por una mampara o puertas ajustables. Aunque se trata de una solución bastante más económica, las cortinas no encajan en la ducha, lo que hace que casi siempre se escape agua por debajo -y a veces hasta por encima- y, además, suelen acumular humedad y bacterias.
Comprueba que las puertas o la mampara se ajustan correctamente
Puede parecer una tontería pero no lo es. A veces por las prisas o porque no nos fijamos bien, no ajustamos bien las puertas o la mampara de la ducha y es por ello que se escapa el agua. Algunos modelos tienen cierres de seguridad o herméticos que hacen que esto no suceda, pero debemos prestar atención a que hagan el “click” al cerrarlos, ya que de no hacerlo quedan semiabiertos y precisamente por ello se escapa el agua.
Quizás el problema es que debido al paso del tiempo ya no encajan correctamente, en cuyo caso deberemos plantearnos cambiarlas por unas nuevas. También es importante mantener las mamparas siempre limpias, para que duren más tiempo.
Revisa que el plato de la ducha esté bien sellado
Debido a una mala instalación o al paso del tiempo puede que también se escape agua a través de las juntas del plato de la ducha. Comprueba que están bien selladas y que no se filtra agua a través de ellas; en el caso de que sí, no debes preocuparte: tú mismo puedes solucionar el problema fácilmente.
En cualquier ferretería o tienda especializada puedes comprar silicona y goma para sellar las zonas que se han deteriorado y reforzar el resto. Será suficiente con aplicar una capa alrededor de los bordes del plato, así como en las uniones con las paredes. Déjala secar el tiempo que indique en el envase y revisa periódicamente que sigue en perfecto estado.
Eleva el plato de ducha para que no se escape el agua
Otra de las soluciones que nos ayudará a que el agua no se escape y empape el suelo del baño es elevando el plato, especialmente si se trata de una ducha que está a ras de suelo. En cualquier tienda especializada se venden listones específicos para ello, que se colocan en la parte frontal del plato -o en aquellas en las que no haya pared- y sirven para aumentar su altura.
Esta barrera adicional, económica y de fácil instalación, hace que el agua no se escape. Eso sí, debemos asegurarnos de comprar una que encaje a la perfección con nuestra ducha, ya que de lo contrario no servirá para nada.
Cambia la rejilla del desagüe para que el agua drene más fácilmente
Para evitar que el agua se acumule en el plato podemos optar por cambiar la rejilla del desagüe por una de más capacidad mayor, que permitirá un mayor drenaje. La mayoría de ellas pueden cambiarse fácilmente, sin necesidad de desmontar el plato de ducha.
Revisa la pendiente del plato de ducha
Puede que nunca nos hayamos fijado pero el suelo de las duchas suele presentar una ligera inclinación hacia el desagüe que permite, precisamente, que el agua drene de manera correcta y no se estanque. Debemos prestar atención a que la nuestra tiene esta pendiente; de lo contrario puede ser una de las principales razones por las que se nos acabe escapando al resto del baño.
En este caso, a no ser que seamos unos auténticos manitas y podamos hacerlo nosotros mismos, deberemos contactar con algún profesional especializado que valore la posibilidad y viabilidad de inclinar el plato de nuestra ducha.
Controla la presión del agua de la ducha
Si la presión del agua de tu ducha es demasiado alta, es posible que acabe salpicando y que, incluso, dañe la alcachofa y provoque fugas. Por ello, te recomendamos que instales un regulador de presión que, además de reducir la fuerza con la que sale el agua, te permitirá usar menos cantidad a la hora de asearte y, por lo tanto, ahorrar agua en el baño.
Coloca alfombras de ducha absorbentes
En el mercado existe una solución que puede salvarnos la vida, si no podemos recurrir a ninguna otra opción, o si queremos un complemento extra: comprar una alfombra absorbente. Son piezas relativamente nuevas en el mercado, que atrapan el agua que sale de la ducha para evitar que ésta se escape al resto del baño. Además, suelen ser antihumedad y antideslizantes, para evitar cualquier susto. ¡Todo un acierto!
Esperamos que todas estas soluciones te sean útiles y que a partir de ahora te puedas duchar con total tranquilidad.