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Normativa sobre vallas de separación entre vecinos: todo lo que debes saber

Las vallas de separación permiten mantener la privacidad entre vecinos y, al mismo tiempo, garantizan nuestra seguridad en el exterior. Pero antes de colocar una valla o un muro exterior es necesario conocer la normativa para no infringir la ley. Desde habitaclia resolvemos todas tus dudas al respecto para que puedas disfrutar de tus exteriores con total tranquilidad.

vallas de separación

¿Puedo delimitar mi vivienda con vallas de separación o muros divisorios?

Para poder responder a esta pregunta debemos analizar primero de qué tipo de propiedad hablamos. Si nuestro inmueble es, por ejemplo, un ático o un bajo y, por lo tanto, forma parte de una comunidad de vecinos, deberemos tener en cuenta qué establece la Ley de Propiedad Horizontal (LPH).

Según el artículo 3 de esta normativa, ningún propietario está autorizado a modificar la estructura o la configuración del edificio y, por lo tanto, no está permitido colocar vallas, muros o cerramientos fijos que estén anclados al techo, a la pared o al suelo. Para ello, se deberá contar con la aprobación de la comunidad de vecinos.

Si, por el contrario, queremos colocar vallas o muros divisorios para delimitar una casa o terreno de nuestra propiedad y que no pertenece a una comunidad de vecinos, deberemos tener en cuenta la normativa urbanística del municipio en el que se encuentra la vivienda, que variará según cada localidad. Ésta estará contemplada en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).

Como norma general, cualquier persona puede delimitar un terreno o parcela, siempre que sea de su propiedad y que no incumpla con la normativa urbanística vigente del municipio. La valla o muro deberá encontrarse dentro de los límites de su propiedad, ni en la calle ni en propiedad ajena (los terrenos o las vivienda colindantes), por lo que si por alguna razón cruzara éste límite el propietario estará obligado a desmontarla.

¿Puedo delimitar mi casa con cualquier valla de separación o muro divisorio?

Anteriormente ya hemos aclarado que no existe una única ley al respecto y que de ello dependerá la normativa del municipio en el que se encuentre la propiedad. Ésta será la que determine y regule la altura permitida, el tipo de vallas o muros divisorios que se pueden instalar, su diseño e, incluso los materiales que se pueden usar.

De hecho, entre municipios contiguos puede haber normativas muy dispares. En cada uno de ellos se pueden permitir o prohibir ciertos materiales, diseños y/o alturas máximas. En el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de cada localidad aparecerá toda la información al respecto.

Como norma general, la altura máxima que puede tener una valla o un muro de separación es de 2,5 metros, aunque en algunos municipios puede llegar a ser de 3 metros, si dan a la vía pública. Los que delimiten propiedades colindantes será de entre 1,5 y 2 metros, aunque también pueden llegar a medir entre 2,5 y 3 metros dependiendo de la localidad.

vallas de separación

¿Qué pasa si no cumplo con la normativa al poner vallas de separación o muros?

Para saber qué establece la normativa en nuestro municipio podremos acudir al ayuntamiento, o bien solicitar a través de su web oficial la información urbanística necesaria. También podemos contactar con un arquitecto o empresa especializada para que nos especifique qué podemos hacer y qué no al respecto (altura, materiales, diseños…), así como las licencias y permisos de obra que vamos a necesitar en tal caso.

Si no cumplimos con la normativa podríamos enfrentarnos a multas más o menos elevadas dependiendo del tipo de infracción. Si, por ejemplo, sobrepasamos la altura permitida de los muros podemos enfrentarnos a multas de más de 3.500 euros, mientras que si no respetamos los lindes o límites de nuestra parcela y ocupamos parte de la vía pública o de las parcelas colindantes podemos llegar a pagar hasta 2.000 euros.

En el caso de necesitar permisos o licencias de obras y no disponer de ellos, nos podemos enfrentar a multas de hasta 60.000 euros, puesto que se tratará de una infracción muy grave, que pueden llegar a estar recogidas tanto en la normativa del municipio como en la Ley del Suelo.

Por lo tanto, antes de ponernos manos a la obra será necesario consultar con la normativa vigente y, además, consultar a arquitectos o empresas especializadas para no infringir la ley y actuar con total seguridad.

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