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¿Qué aspectos de mi hipoteca se pueden mejorar con la subrogación?

Si ahorrar en algunos gastos de nuestro día a día como la luz, el teléfono o en ropa, buscando los mejores descuentos en rebajas, se ha convertido en algo cada vez más importante para los consumidores, economizar en un algo tan importante como la hipoteca debe ocupar la primera posición en nuestra lista para el ahorro.

Debemos tener en cuenta que, a lo largo de la vida del préstamo hipotecario, pueden producirse cambios en nuestras condiciones económicas, ya sea aumentando o reduciendo los ingresos.

Por costes o facilidad, una de las primeras opciones que se tendrán en cuenta será la novación, es decir, mejorar las condiciones de la hipoteca actual en el mismo banco. Pero la novación, aun siendo más barata, también es mucho más restrictiva en los cambios. Puede servir para propósitos como eliminar alguna comisión, ampliar el importe de la hipoteca o pequeñas mejoras en el interés. 

En muchas ocasiones, estos cambios obligan a que el cliente haga más cesiones al banco, como contratar otros productos. Por esto, para una mejora más amplia, que en la mayoría de los casos no acepta la misma entidad, lo mejor es optar por cambiar de banco, es decir,  por subrogar tu hipoteca a otra entidad.  

Ampliar plazo o tener menos intereses

El primer punto es una mejora en el tipo de interés. El objetivo es claro, conseguir una cuota más reducida y, con ello, mejorar nuestra libertad financiera al poder destinar más presupuesto para otros gastos. Además, este ahorro pueda trasladarse a amortizar anticipadamente la hipoteca. 

Ampliar el importe de la hipoteca

Pero el motivo más común para una subrogación suele ser ampliar el importe de la hipoteca, es decir, usar la misma garantía para conseguir nuevos fondos que ya no tendrán como destino la compra de la vivienda. La ventaja es clara, conseguir financiación a tipos más baratos. Pero esta ampliación no es automática y suele estar condicionada a una serie de factores:

  • No se suele aceptar en los primeros años de vida del préstamo
  • Que el porcentaje de la deuda con respecto al valor del inmueble sea reducido, incluso por debajo del 50%
  • En algunos casos requiere la contratación de otros productos.

En estos casos es importante intentar no tener vinculación con productos para no elevar el coste. Y que no solo nos limitemos a ampliar el importe, sino que también busquemos que las condiciones sean más baratas. Más hipoteca supone más costes mensualmente o más tiempo, que es la tercera de las grandes opciones de la subrogación. 

Ampliar el plazo, pero no la cantidad

Ampliar el plazo sin ampliar la cantidad no es la opción más común de la subrogación. Es cierto que por un lado conseguiríamos una cuota más reducida, algo importante cuando tienes una reducción de ingresos y no puedes hacer frente a tu cuota. Eso sí, alargar siempre una hipoteca supone pagar más al final de la operación en intereses. 

Por todo ello, a la hora de subrogar es tan importante tener en cuenta tanto los beneficios como los gastos, ya que vamos a incurrir en una serie de costes solo por el cambio de entidad. 

Por ejemplo, si solo vas a bajar tipos de interés, procura también eliminar otros gastos que puedas tener, como vinculaciones con otros productos. Si vas a ampliar cantidades, que sea por que verdaderamente lo necesitas, puesto que este trámite conllevará más intereses. Procurar un equilibrio entre las tres variables es importante para conseguir una hipoteca con las mejores condiciones.

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